Las derrotas de Belgrano como local y de Instituto en Avellaneda le dieron otro cierre negativo para los cordobeses en la fecha 20. Talleres empató como visitante, un punto feíto, porque otra vez dejó pasar la oportunidad de acercarse a la cima del Torneo de la Liga. Otro fin de semana sin victorias, y ya van tres seguidos. Una extensión del Halloween.
Y para peor, tampoco hubo alegrías por el lado de Racing de Nueva Italia, que venía salvando la ropa pero con el empate ante Nueva Chicago, con sabor a derrota, quedó afuera del Reducido por el segundo ascenso a Liga Profesional.
TALLERES Y LA CAZA DE BRUJAS
Más allá de la pelea de Talleres con la AFA, que personifican Andrés Fassi y Claudio Chiqui Tapia, el Albiazul no encuentra su mejor versión y no logra acortar distancias con el líder Vélez, a siete fechas del final del torneo.
Fue a jugar contra el Riestra del Ogro Fabbiani, y salió un partido que fue un espanto. Impropio para un equipo que procura ser protagonista. Cuatro fechas sin ganar, ninguno triunfo con el “Cacique” Medina dirigiendo en el banco, como si estuviera hechizado. No hay que creer en las brujas, pero que las hay, las hay.
BELGRANO Y LOS FANTASMAS EN ALBERDI
Otra derrota de Belgrano en el Gigante, segunda consecutiva. Contra un Defensa y Justicia con una campaña de terror. No ganaba de visitante desde hacía 13 fechas, y las últimas seis salidas fueron con resultados adversos.
Mariano Troilo no pudo dormir esa noche, un buen zaguero que comete errores de los que salen caros. Y Juan Cruz Real, que parecía haber dejado atrás una pesadilla, otra vez se fue reprobado con coro de silbidos y cánticos. Si no gana Belgrano, ¿de qué se va a disfrazar el técnico?
DE VISITANTE, INSTITUTO NO GANA PARA SUSTOS
A tono con el mal momento de los otros equipos cordobeses, Instituto visitó a un Racing que mete miedo en la Copa Sudamericana (finalista), pero que en el torneo local y con un equipo alternativo no es tan cuco. Perdió, en una actuación que en el primer tiempo dio escalofríos.
Ahora se le vienen encima River, con un Marcelo Gallardo que en su regreso no es un “Muñeco maldito” y acto seguido Belgrano, en otro capítulo de clásicos cordobeses. ¿Con dulce o sorpresa?