En los últimos días, llegó a su fin el juicio por un terrible caso ocurrido en 2012 en el interior de Córdoba. El Tribunal Superior de Justicia ordenó la condena a prisión perpetua para Javier Gallo por el homicidio calificado de su socio, Osvaldo Miranda, a quien amarró a un toro para matarlo.
CÓMO FUE EL HECHO: AMARRÓ A SU SOCIO A UN TORO PARA MATARLO
El hecho tuvo lugar el 6 de noviembre de 2012 en un campo ubicado en la localidad de Ranqueles, en el departamento General Roca. Inicialmente, la muerte de Osvaldo Miranda se investigó como un posible accidente laboral, ya que su cuerpo fue encontrado sin vida en el medio de un corral. Sin embargo, las pericias forenses revelaron una macabra realidad: había fallecido luego de recibir un golpe y de ser enlazado a un toro.
En 2014, la investigación dio un giro crucial, orientándose hacia la hipótesis del homicidio. Las pesquisas apuntaron directamente al socio de la víctima, Javier Gallo, como el responsable. El móvil del crimen se estableció en diferencias económicas entre ambos socios por el faltante de animales que compartían.
El caso llegó a juicio en la Cámara Primera del Crimen, donde finalmente, el 31 de marzo de 2021, Gallo fue condenado en primera instancia a prisión perpetua. Si bien el fiscal de Cámara había solicitado una pena menor, el tribunal se inclinó por el pedido del abogado querellante, Osvaldo Narcisi, quien exigió la máxima pena prevista por la ley.
Esta semana, el Tribunal Superior de Justicia confirmó la condena, dejando la sentencia firme y ordenando la inmediata detención de Gallo, quien hasta el momento permanecía en libertad.
