En Villa María dieron un ejemplo para aplaudir y para imitar en toda Córdoba, al destruir en un acto público los caños de escape no reglamentarios de motos que no cumplen con las ordenanzas y no respetan códigos que convivencia que no necesitan ser escritos ni deben explicarse.
Se trató de una acción más en la campaña contra los ruidos molestos e innecesarios en la que ya no se puede perder más tiempo explicando lo que es obvio: con una máquina vial y a la vista de los vecinos, pasaron por encima a los odiosos escapes, en una acción que sólo merece aplausos.
Fue en la mañana del jueves, en plena vía pública y a pasos del centro de la ciudad, sobre calle Santa Fe y Costanera, con la presencia del propio intendente Martín Gill y los dos jueces de Faltas, entre otras autoridades municipales.
En diálogo con El Diario, el intendente explicó que todo se realizó de acuerdo al Código de Tránsito: ”Al devolver la moto secuestrada, el juez de Faltas tiene la facultad de ordenar la devolución sin el escape no reglamentado”, aseguró.
“Esta medida es la más reparatoria que existe, es la primera destrucción bajo esta modalidad, que intentamos transformarla en política de Estado para evitar perjuicios a vecinos de la ciudad”, finalizó.