La derrota de la Selección Argentina por 2 a 1 ante Arabia Saudita en el inicio del Mundial Qatar 2022 dejó un sabor amargo en los fanáticos que se levantaron temprano para alentar. En Córdoba, varios se reunieron en bares y panaderías para desayunar y en Vía Córdoba consultamos cuáles fueron las opciones más elegidas.
La hinchada salió a la calle a las 6 con el objetivo de conseguir un lugar privilegiado y/o una buena comida. En el barrio Nueva Córdoba, hubo movimiento en locales tradicionales y otros que se vistieron para la ocasión.
El jefe de cocina de Burguerbeer, Daniel Taborda, recordó que alrededor de las 6.15 llegaron las primeras personas y todos pidieron de inmediato. En este comercio, solo vendieron tostados de jamón y queso y medialunas, pero fue suficiente para que las “tribunas” se llenaran previo al encuentro.
Las opciones de bebidas fueron varias, pero primaron las infusiones como el café y el té. En el entretiempo, algunos solicitaron limonadas y una sola mesa fue la valiente que pidió una cerveza.
En frente de la hamburguesería, se encuentra un tradicional bar que tuvo una gran convocatoria, Bonanza. Julio Brondo detalló que vendieron todo tipo de opciones de desayuno, pero la má solicitada fue la clásica: café con leche acompañado de medialunas. En tanto, los criollos y tostados también salieron mucho.
Para pasar el calor y fervor del encuentro, algunos residentes de la zona céntrica de la ciudad pidieron jugos y limonadas. En este caso, no se brindó ni una gota de alcohol. Cabe destacar que, una mesa pidió una pizza de muzzarella que captó la atención de otros espectadores.
Vidon fue otro bar concurrido en la cuadra de Rondeau al 149, el cual recibió a fanáticos desde que abrió sus puertas a las 6. Gabriel Gómez y Ramiro Rivero son mozos del lugar y confesaron que “explotó al principio del partido”.
Al igual que los anteriores, las medialunas, los criollos y los tostados ganaron por goleada en una mañana protagonizada por los offsides. Café y algunos mates se vieron entre mesas de madera repletas de almas. En el caso del alcohol, los mozos contaron que una mesa pidió por cábala “un fernet y una cerveza”.
Qué compraron los hinchas en las panaderías cordobesas
Las panaderías se vieron obligados a abrir sus puertas más temprano de lo habitual y hornear el doble de la producción. El comercio que vende productos aptos para celíacos La Chipa, estuvo a cargo de Silvina Amaya y decidieron abrir 30 minutos antes de lo habitual, a las 6.30.
Cuando Amaya llegó para sacar la llave del local, “era un loquero”, aseguró. Entre la venta de productos, se destacó la de chipas y medialunas. Al mismo tiempo, reconoció que tuvo que reponer y hornear sin pausa por la alta demanda.
Un clásico recurrente en la city cordobesa, que es reconocido y elogiado por los estudiantes que llegan desde todo el país para estudiar, es La Celeste. Una de las empleadas, Liz González, revivió la mañana que se vivió en una y las otras sucursales distribuidas a lo largo de la ciudad.
“De 5 a 7 había una cuadra de cola fácil. Arrancó el partido y nos quedamos sin nada”, aseguró la empleada. Enfatizó que los productos más solicitados fueron criollos, facturas, chipa y todo tipo de panes.
LO+RICO es otra pastelería que cuenta con sucursales a lo largo y ancho de la Capital. Emanuel Lozano, gerente del comercio, señaló: “A las 6 se llenó y 20 minutos antes del partido se acabó lo hecho durante la madrugada”, aseveró el empleado. Sobre los productos vendidos, destacó la alta demanda de criollos, facturas y especialidades como tortas y masas finas.
La panadería Poeta Lugones abrió antes de las 6 porque los clientes se metieron detrás del proovedor que llegó a entregar la mercadería. “Fue una locura y superó lo anticipado”, mencionaron las empleadas. Los alimentos más consumidos fueron facturas, criollos y chipa.
Cuánto rondó el ticket promedio de las panaderías cordobesas
Los locales fueron consultados sobre un ticket promedio de los fanáticos argentinos que llegaron previo al debut ante Arabia Saudita. Todos coincidieron en que la boleta superó los 1.000 pesos y la avalancha de fanáticos mundialistas superó lo previsto.