Malvinas 40 años: en plena guerra, Talleres peleaba por el título en el Nacional

Con un equipo memorable, alcanzó las semifinales ante Ferro, que sería el campeón. La Pepona Reinaldi, figura en la T, recordó ese año entre el conflicto bélico y el fútbol.

Malvinas 40 años: en plena guerra, Talleres peleaba por el título en el Nacional
Talleres y goleadas impactantes, como ante Boca. Con delanteros temibles como el Puma Morete y la Pepona Reinaldi.

Dos días después del desembarco de las tropas argentinas en Malvinas, en el inicio de la contienda bélica en el Atlántico Sur, Talleres igualaba 2 a 2 con Estudiantes de La Plata por el torneo Nacional de 1982, en el que alcanzó las semifinales con un campañón, al ser eliminado por el Ferro de Carlos Griguol que en definitiva se consagraría campeón.

Los partidos, en un clima de euforia generalizada, eran a tribunas llenas en el viejo estadio Córdoba y más allá de los temores de que la ciudad podía ser blanco de un ataque inglés para inutilizar, por ejemplo, a la Fábrica Militar de Aviones. Parecía poco probable y sin embargo, en enero de 2022 se reveló correspondencia que ponía a Córdoba como un posible blanco para los británicos, incluso con uso de armas nucleares.

El entrañable Autotrol en la cabecera norte, propalaba junto a “la voz del estadio” los distintos “comunicados del Estado Mayor Conjunto del gobierno militar, que se festejaban como goles. Porque invariablemente daban cuenta de que estábamos “ganando”. Todavía no era un hit ese “el que no salta es un inglés”, pero iba a camino a serlo.

En ese contexto Talleres convocaba multitudes, por un jerarquizado equipo que diagramó el presidente Amadeo Nuccetelli, con Ángel Labruna como técnico y refuerzos del calibre de Jota Jota López, Juan Manuel Morette (ex Boca) y Pedro González (ex River), en la parte final de sus carreras pero con pólvora para una dupla de ataque demoledora: el Puma Morette anotó 20 goles en 20 encuentros. Tres de ellos en un memorable 4-0 sobre Boca el 9 de mayo en el Chateau.

El Albiazul dejó en el camino en cuartos de final al Racing de Nueva Italia de Luis Amuchastegui y el Pato Roberto Gasparini, y en semifinales se topó con una máquina: el Ferro de Timoteo. Perdió 4 a 0 en Caballito, y era cosa juzgada.

Sin embargo, en la revancha en Córdoba, Talleres luchó hasta el final. Se jugó en horario matutino, porque ese mismo 13 de junio comenzaba el Mundial de España en 1982, y el partido inaugural puso en escena a Argentina (campeón del mundo vigente) y Bélgica, con derrota 1 a 0 para el equipo de Menotti.

En ese plantel era titular Luis Galván, jugador de Talleres e integraban el plantel Daniel Valencia y Héctor Baley. Aún sin esas tres figuras estelares, el conjunto de barrio Jardín llegó a discutir el título y empató 4 a 4 con Ferro, que pasó a la final y gritó campeón al vencer a Quilmes. La T se puso dos veces arriba, y el Verde respondió con tres goles de Miguel Ángel Juárez y el paraguayo Adolfino Cañete, dos que después defendieron la casaca Albiazul.

La Pepona Reinaldi: “Engañados por la propaganda”

El último gol de esa campaña para el recuerdo de Talleres, por el año y por lo alto que llegó, lo convirtió José Omar Reinaldi. Autor del cuarto gol en el empate con Ferro, y segundo goleador Albiazul del año ‘82, hace cuatro décadas. Sus recuerdos, en la charla con Vía Córdoba.

“Yo nunca tuve temor de un ataque a Córdoba, influenciados como estábamos por la TV y la radio y el mensaje ‘estamos ganando’. Lo que sí, me parecía inconcebible haber entrado en guerra. Y ver todo ese fervor patriótico en la gente que iba a la cancha, contentos, sin que tomáramos conciencia de que había chicos muriendo”, rememoró la Pepa.

La Pepona Reinaldi, figura en aquel Talleres protagonista en plena guerra en Malvinas (Facundo Luque/LaVoz).
La Pepona Reinaldi, figura en aquel Talleres protagonista en plena guerra en Malvinas (Facundo Luque/LaVoz).

“Nosotros jugábamos sin hablar demasiado del tema. La guerra en Malvinas no era el tema central porque estaba lejos, como si fuera en otro lado. Nos faltó el compromiso de tomar conciencia, de decir ‘como vamos a estar jugando en plena guerra’. Pero el torneo no se suspendió por la distracción que era el fútbol. Y ese año hasta se disputó un Mundial. Acá tampoco se podía protestar mucho, estando los militares en el poder”, remarcó.

“En ese Mundial en España ‘82 hasta se hablaba de un posible partido entre la Selección argentina y la de Inglaterra. Teníamos a compañeros nuestros allá, a Luis Galván, Valencia y Chocolate Baley, pero no podíamos hablar con ellos, que sí sabían lo que estaba pasando en realidad. Porque en Europa decían la verdad sobre la guerra. Pero las comunicaciones eran otra cosa, no era fácil hablar por teléfono, comunicarse... Cuando volvieron nos dijeron ‘sabíamos que estábamos perdiendo’”, repasó la Pepa Reinaldi.

Y recapituló: “Recuerdo que cuando se supo de la rendición, nos sorprendimos por que todo pasó muy rápido. Nos miramos como diciendo ‘qué pasó'. Fuimos engañados por la propaganda. Lo que rescato es la solidaridad de la gente, las colectas para juntar dinero y ropa, también en las canchas, y que al final nunca le llegaron a esos pobres chicos que fueron a las islas sin instrucción militar. Conozco a varios que fueron y pudieron volver, y otros que quedaron allá... Y lo que cuentan es estremecedor. Hasta el día de hoy no reciben el reconocimiento que merecen”.