La reserva que se ubica a pocos kilómetros de Córdoba y sorprende por su balneario natural

Rocas, arena y aguas cristalinas son los protagonistas del sitio. Un punto ideal para conocer.

La reserva que se ubica a pocos kilómetros de Córdoba y sorprende por su balneario natural
El sitio nace de la unión del río Yuspe y San Francisco, que desemboca en el río Cosquín.

Entre la localidad de Molinari y Cosquín, se ubica una reserva natural que se destaca por sus verdes paisaje y sus aguas cristalinas. Es un punto recomendado para el turismo que desembarca en Córdoba, ya que cuenta con “mini cascadas”, playas de arena y un balneario con extensas rocas.

Se trata de la Reserva Natural La Juntura, que muchos suelen confundir con el sitio de nombre homónimo ubicado en la localidad de Nono. En este caso, el punto se encuentra en el departamento Punilla y es una visita obligada para quienes llegan a la región.

La reserva natural que se ubica a pocos kilómetros de Córdoba

En la Reserva Natural La Juntura confluyen el río Yuspe, proveniente de los Gigantes, y el río San Francisco, proveniente de la Falda, que desembocan en el río Cosquín. Su caudal suele ser siempre importante y sus aguas son cristalinas.

El sitio nace de la unión del río Yuspe y San Francisco, que desemboca en el río Cosquín.
El sitio nace de la unión del río Yuspe y San Francisco, que desemboca en el río Cosquín.

El lugar cuenta con senderos para caminatas y un balneario natural que tiene, en un sector playas con arena, y en el otro, extensas rocas. Pero, también, importantes árboles que brindan sombra durante toda la jornada.

Uno de los atractivos más vistosos es su pequeño embalse que forma unas “mini cascadas” ideales para los más pequeños. El cauce de agua suele ser de poca profundidad aunque siempre es recomendable que los niños y niñas ingresen con un adulto.

El sitio nace de la unión del río Yuspe y San Francisco, que desemboca en el río Cosquín.
El sitio nace de la unión del río Yuspe y San Francisco, que desemboca en el río Cosquín.

Rocas, arena y aguas cristalinas son los protagonistas del sitio. Pero, también, su fauna que va desde patos, tortugas, biguás, carpinteros y otras más de 20 especies autóctonas. Está a poco más de 60 kilómetros de la capital y su lejanía con la ruta, lo hace un sitio ideal para encontrar la tranquilidad.