La disputa por la tenencia de Koda ha enfrentado a una familia que lo reclama como propio y a los Bomberos Voluntarios de Jesús María, que también se atribuyen su propiedad, en una historia en la que ya ha tenido que tomar intervención la Justicia, que ordenó un allanamiento para secuestrar a este labrador.
A fines de mayo, los Bomberos denunciaron que habían perdido a Koda, el labrador que estaba siendo entrenado por su dueño, Jorge Tessino, quien dijo que al llegar a su casa se encontró con la puerta abierta y sin el perro a la vista.
Tras pegar carteles y mover por redes sociales el pedido de ayuda, el bombero logró dar con el paradero del pichicho pero quienes lo tenían en su casa se negaron a entregarlo y alegaron que lo encontraron en muy malas condiciones y que les pertenecía de cachorro.
Así, el voluntario y entrenador de canes se presentó a la Justicia, que finalmente le dio la razón y ordenó un allanamiento en la casa de familia, en horas del domingo último.
Tras el procedimiento, Koda regreso con Jorge, que estuvo presente en el lugar: “Inmediatamente me reconoció, apenas lo nombré. Se acercó hasta la reja y no paraba de saltar. Una muestra más que obvia de que el perro me reconoció al instante”, dijo a Noticias Jesús María.
Pero cuando todo parecía haber llegado a su final, este miércoles volvieron las discusiones sobre la tenencia del perro, con la palabra de quien reclama ser la primera dueña, que hoy vive en Río Cuarto.
Se trata de Sol Calvimonte, quien vivió en Jesús María hasta el año pasado y asegura que el perro se crió con ella hasta los 8 meses, hasta que sin su consentimiento una persona que ya no es de su confianza lo entregó al adiestrador.
“Koda es de la familia desde que era cachorro. Por razones privadas de mi familia y que quedaron atrás, Koda pasó a manos de este señor”, contó este miércoles y refirió que hizo toda clase de intentos para recuperarlo, hasta su mudanza a Río Cuarto.
Sobre esta situación comentó: “Presenté una carta en los Bomberos pero no obtuve respuesta. La única solución era una denuncia y no me pareció tener que hacerla, tener que llegar a problemas tan graves, así que, en su momento, dejé que Koda se quedara con ese señor y procurando que sea bien cuidado”, aseguró.
Fue su hermano quien encontró a Koda por la calle y decidió llevarlo a la casa, que luego fue objeto del allanamiento: “Nosotros no lo ocultamos ni consideramos que fue un robo porque sólo pensamos que era algo que nos correspondía y, de alguna forma, volvió y decidimos quedárnoslo. Por lo menos, hasta saber qué hacer o averiguar por qué estaba en ese estado”, comentó.
Tras allanamiento, su familia se presentó para reclamar al perro pero no obtuvieron respuesta: “Nos dijeron que esperemos una notificación para poder proseguir con el asunto pero que Koda iba a quedar en una posición neutral, que no iba a ir a ninguno de los dos lados, hasta que se pudiera decidir la tenencia. Cosa que no fue así. Por lo que tengo entendido, ahora ya está en casa del señor”, concluyó.
“Queremos llevar adelante acciones legales para recuperar a Koda porque es lo que recibimos de su parte, recibimos una denuncia. Entonces creemos que tenemos que actuar de la misma forma y que la justicia lo decida”, cerró.