El juicio contra Sergio Raponi está llegando a su fin, y la explosión en la química de Alta Córdoba podría tener resolución. La fiscalía que lleva el caso eliminó un importante agravante de la acusación contra el empresario, lo que le permitiría morigerar el pedido de la pena.
En su alegato final, el fiscal Raúl Gualda sostuvo la figura del estrago doloso, pero consideró que la muerte de María Angélica Cueto no fue una consecuencia “inmediata” de la explosión. Para el letrado, la explosión habría producido lesiones a Cueto, y no la muerte.
De esta manera, la escala penal aplicable no es de ocho a veinte años de prisión o reclusión, sino de tres a quince años. Sin embargo, la fiscalía pidió seis años y medio para Raponi.
El proceso penal, que transcurre en la Cámara 4ª del Crimen de Córdoba, intenta determinar cuál es la responsabilidad del dueño de la química que explotó el 6 de noviembre de 2014. El hecho provocó la muerte de una mujer, un herido con secuelas graves, 70 lesionados de distinta consideración, 10 viviendas destruidas y casi 400 propiedades con daños de diversa magnitud.
El fiscal también pidió que se investigue a los familiares de Raponi, señalados como copropietarios de la empresa, y que se gire al fiscal de turno los antecedentes de la intervención de los inspectores municipales para analizar la posible comisión de delitos por parte de ellos, a quienes varios testigos señalaron por no realizar las inspecciones correctamente e incluso “avisar” antes de ir al depósito.