La Administración Provincial del Seguro de Salud (Apross) fue víctima de una millonaria estafa que involucró la falsificación de recetas médicas y la sustracción de medicamentos de alto valor. La maniobra delictiva, que se encuentra bajo investigación, resultó en la detención de 15 personas y el secuestro de más de 12 millones de pesos, entre otros elementos claves.
La Oficina de Prevención de Fraudes de Apross, trabajando en conjunto con la Policía de Córdoba y el Ministerio Público Fiscal, realizó una denuncia penal tras descubrir irregularidades en la prescripción de fármacos.
DETUVIERON A UN CLAN FAMILIAR POR ESTAFAS MILLONARIAS AL APROSS
La organización criminal empleaba recetas médicas falsas, tanto en formato papel como electrónico, para conseguir medicamentos destinados al tratamiento de la diabetes, como insulina y tiras reactivas. Estas prescripciones se emitían a nombre de afiliados de Apross que padecían esta enfermedad, quienes no tenían conocimiento de los consumos registrados a su nombre.
Los delincuentes presentaban estas recetas en varias farmacias de la ciudad de Córdoba, también bajo investigación, junto con fotocopias de documentos de identidad alterados. En estos documentos, cambiaban el nombre, apellido, número de identificación y dirección, pero mantenían la fotografía original para evitar ser descubiertos.
Según la investigación, luego de entregar la receta, los involucrados dejaban un número telefónico para coordinar el retiro de los medicamentos una vez que estuvieran disponibles en la farmacia. Hasta ahora, se desconoce el paradero final de los fármacos obtenidos.
Una auditoría sobre varias recetas sospechosas permitió hallar patrones comunes entre los profesionales médicos que emitían las recetas, los individuos que retiraban los fármacos y las farmacias implicadas. El análisis del listado de prescripciones mostró que, en muchos casos, se repetían los mismos profesionales, medicamentos y personas que retiraban los fármacos. Durante los allanamientos, se incautaron teléfonos celulares, impresoras, computadoras, documentos de identidad falsos, sellos apócrifos, efectivo, gran cantidad de medicamentos y recetarios fraudulentos.