Elva tiene 84 años, es oriunda de Villa María y hace un tiempo, se convirtió en influencer con su cuenta “Abuela Viajera”. En 2018, decidió cumplir su sueño a través de programas de voluntariado que la llevaron por diferentes países de Europa. Allí comenzó su historia de amigos y experiencias.
Luego de la muerte de su esposo Horacio, Elva se replanteó cómo continuar. De profesión maestra y costurera, decidió jubilarse y dedicarse a su sueño de viajar.
“A mí siempre me gustó conocer nuevos lugares, pero no pude combinar ese sistema con mi matrimonio, porque era muy difícil con nuestros trabajos y los chicos, pero cuando quedé viuda me organicé económicamente, y como mis hijas ya están grandes, pensé: ‘Ahora me toca a mí’”, recordó Elva en diálogo con Infobae.
Un currículum que llevó a Elva hacia Europa
Los primeros caminos la llevaron a San Luis, Mendoza, Santiago del Estero y Tucumán. Pero, antes de cumplir sus 80 años, le llegó la posibilidad de celebrar su cumpleaños con su nieta Sofía en Italia. Sin embargo, el dinero no le alcanzaba para costearse una estadía en Europa.
Fue en ese momento que decidió escribir un currículum y postularse en un voluntariado. “Armamos un texto donde explicaba que soy jubilada, voluntaria en un hospital desde hace mucho, mi habilidad para coser, que me manejo bien con el inglés y que soñaba con viajar a Europa haciendo un intercambio para compartir lo que conozco y brindarlo a otros”, contó.
Fue así que, una familia de Brighton, Inglaterra, le ofreció recibirla en su casa y ese mismo año, viajó hacia su primera aventura. Cuidó a la hija del matrimonio y le enseñó costura, mientras vivía un sueño impensado.
Amigos, experiencias y más viajes para Elva
Cuando estaba en Inglaterra, un escritor de Mallorca la contactó para escuchar sus anécdotas e incluirlas en un libro; a cambio, le ofrecía hospedaje gratuito. En esa oportunidad, tuvo contacto con “El Gringo” y Lorena, una pareja que, en ese momento, le prometió visitarla en Argentina y llevarla a conocer “el Fin del Mundo”.
Fueron 85 días en Inglaterra, donde recaudó miles de anécdotas y amigos. Uno de ellos fue el cordobés Leandro Blanco Pighi, conocido como “Viajero Intermitente” en redes. “Compartimos unos días hermosos en Mallorca, me llevó a la playa (...), y después cuando él vino a Córdoba lo invité a mi casa a almorzar y volvió a comer una rica tortilla; y ahora me dice ‘abuela’”, contó Elva.
En España también conoció a un rionegrino que trabajaba de delivery y la llevaba en moto a la costa. Mientras ella disfrutaba de la playa, él hacía su trabajo y luego, volvía a buscarla. “Así terminé conociendo cinco playas distintas de Palma de Mallorca”, reveló.
Posteriormente, en Valencia convivió con una mujer viuda y sus hijos en pleno campo. El niño de la familia forjó tal relación que la presentó en el colegio y fue invitada a leer cuentos a los más pequeños. Incluso, destacó con sus dotes de costurera y confeccionó disfraces para los niños.
Una promesa que se cumplió
Años después, “El Gringo” y Lorena volvieron a contactar a Elva. Y no sólo que se comunicaron con ella sino que le enviaron el prometido pasaje hacia Ushuaia. Allí conoció lugares de ensueño; incluso, le regalaron un paseo por el Canal de Beagle.
La villamariense sumó un nuevo destino que le abrió la posibilidad de conocer otro país. Elva comenzó a forjar una relación con Lorena y los padres de ella. “El señor me invitó a Brasil, así que quién te dice me voy para allá”, anticipó.
Respecto a este presente que eligió, expresó: “Viajar te cura el alma y el cuerpo y parece que volvés a tener 18 años, por más que uno sabe bien la edad que tiene, y muchas cosas te cuestan más, pero te recarga de energía”.