El pasado 12 de noviembre, Lázaro Rivarola (13) ingresaba de urgencia al Hospital de Niños de Córdoba. Presentaba hundimiento de cráneo y su situación era desesperante. A menos de un mes de la brutal golpiza, el adolescente muestra milagrosas mejorías y fue trasladado a sala común.
Lázaro fue atacado por una patota en la plaza Jerónimo del Barco de barrio Alto Alberdi. Un grupo de jóvenes y adolescentes lo golpearon con un bloque de cemento y le provocaron severas lesiones. En el nosocomio, estuvo internado en terapia intensiva, entubado y los médicos pronosticaban graves secuelas.
Sin embargo, su recuperación fue favorable y a menos de un mes del hecho de violencia, ya fue trasladado a sala común. En diálogo con Telenoche, su mamá Mariela se mostró contenta y señaló que Lázaro está consciente y ya se alimenta por sus propios medios.
“Los médicos están sorprendidos”, señaló la mujer y manifestó que su hijo “avanza a pasos agigantados”. Aseguró, también, que “tiene muchas preguntas” de lo ocurrido y ahora, le resta afrontar la fisioterapia.
QUÉ LE PASÓ A LÁZARO RIVAROLA EN CÓRDOBA
“Yo estaba pasando y me frené por el semáforo. Vimos con mi compañero dos grupos de niños corriendo en diferentes direcciones”, contextualizó uno de los testigos del ataque. En este marco, recordó que uno de los menores que era perseguido se resguardó en una estación de servicio cercana, mientras que, vio que otro terminó tendido en el suelo.
“Vi a uno de los chicos tirado en el suelo de la plaza. Ahí, mi compañero llamó a la Policía y como no lo atendieron fue a la posta policial en avenida Colón y Domingo Zipolli”, expresó Claudio. Luego, detalló que los atacantes eran, en su mayoría, menores: “No sé si llamarlo patota, eran unos niños que no pasaban los 13 años”.
El caso quedó en manos de la fiscal Norma Scaglia quien identificó a cuatro agresores. La figura que se le atribuye es por “lesiones leves”. En tanto, el principal señalado tiene 15 años, según informaron cuerpos investigativos.