El tenso partido que disputó la Selección argentina ante México, con demasiado en juego porque si perdía que quedaba eliminada del Mundial de Qatar que a la postre ganó; se reflejó en las lágrimas de Pablo Aimar en el banco de suplentes, como liberando un gran peso.
Un gesto que emocionó a todos, y que se dio después de que Lionel Messi abriera el marcador para lo que fue victoria por 2 a 0, por la segunda fecha del grupo C. Aimar se tomó la cara, “con los ojos llorosos y respirando fuerte”, a modo de desahogo junto al técnico Lionel Scaloni.
Las pantallas de TV mostraron luego a Scaloni, ya recuperado de la emoción, comentándo aspectos de la estrategia del juego y posibles cambios en la formación, pero el Payasito parecía no escucharlo, todavía preso de la conmoción por el partido.
Su papá Ricardo “Payo” Aimar, explicó los motivos de la expresión del ex enganche de River. “Me dio una emoción bárbara. Hacía un mes había muerto mi señora Mary, la mamá de Pablo, con quien tenía mucha afinidad. Me emocionó mucho verlo llorar. Después le pregunté, ‘Se me cruzó todo, mamá… el gol que hizo el chiquito Messi, todo eso’. Muy presionados con el tema de quedar afuera”, enumeró en una entrevista con FM Gospel de Río Cuarto.
LA AMISTAD CON SCALONI
“Son amigos de muchos años, de cuando Pablo llegó a Buenos Aires. Enseguida fue a la selección de Pekerman, a jugar con Walter Samuel, con Lionel Scaloni… el ‘Ratón’ Ayala estuvo con él en Valencia. Son muy amigos, han hecho un cuerpo técnico muy unido. Cuando falleció mi señora, hace un mes y medio, vinieron el cuerpo técnico entero en dos autos. Pararon acá en un hotel, otros pararon en la casa de Pablo. Vinieron todos menos Scaloni que estaba en Mallorca”, recordó el Payo.