A unos 44 kilómetros de la ciudad de Córdoba, se encuentra Colonia Caroya, popularmente conocida como “la tierra del salame” por su variedad de productores de chacinados. Allí, hay una empresa familiar que le hace justicia al apodo y que se convirtió en una de las más reconocidas de la zona.
Se trata de Familia Grión, cuyo origen data de 1917, cuando Juan Alberto Grión vendía carne a domicilio en un carro. Esos primeros pasos dieron lugar a la fabricación de chacinados. Con el paso del tiempo, se fue transformando en un frigorífico y en la actualidad, es una planta de dos mil metros cuadrados cubiertos.
RECONOCIDOS POR SUS SALAMES: LA HISTORIA DE FAMILIA GRIÓN
“Somos una empresa familiar con una trayectoria e historia muy rica. El tema de los chacinados empezó con mis abuelos, lo siguió mi padre y hoy estamos nosotros, la tercera generación”, contó Diego Grión a Vía Córdoba, quien es socio gerente y propietario de la empresa cordobesa.
La planta tiene dos mil metros cuadrados cubiertos y se encuentra en Colonia Caroya, sobre un terreno de 12 hectáreas. “Empecé a trabajar a los 6 años, cuando hacíamos todo al lado de mi casa. Mi papá me levantaba a las 5 de la mañana para que aprendiera a hacer dados (de tocino) a cuchillo”, relató Diego.
“De apoco, fui encontrando un lugarcito que me llevó a hacer lo que me gusta. Es una pasión que llevo desde chiquito”, siguió.
LA EXPANSIÓN DE FAMILIA GRIÓN A NIVEL NACIONAL
La firma familiar fabrica una línea de secos, salaminería, salazones, jamonería, bondiola, y panceta ahumada, un producto que se popularizó mucho en Córdoba y gran parte de Buenos Aires, según el relato de Diego.
“La planta es libre de gluten, fue una de las primeras a nivel nacional. También estamos trabajando todo lo que es feteados: lomos, jamón crudo, salame, bondiola”, enumeró. También cuentan con una segunda marca, El Friulano, donde producen embutidos secos.
Sin embargo, sostuvo que el producto estrella es el salame de etiqueta negra de Grión. Consiste en un embutido recubierto con piel natural de origen vacuno, estacionado 20 días en fábrica y que contiene un 45 por ciento de carne vacuna, 33 por ciento de cerdo magro, 17 por ciento de tocino de lomo de cerdo y cinco por ciento de especias.
“Este producto es el auténtico salame de colonia. Al igual que nuestros abuelos, logramos definir y diferenciarnos entre tantos otros productos del mismo tipo”, dijo.
Los productos de Familia Grión tienen su lugar en todo el país. Incluso, se pueden encontrar en sucursales de los supermercados Jumbo en Buenos Aires, donde compiten con productores de Tandil y Mercedes. A futuro, la firma planea su expansión con nuevos productos y perfeccionamiento de procesos.