Este miércoles 29 de octubre, la ciudad de Córdoba será escenario de una importante acción de salud en el marco del Día Mundial del ACV. Hasta las 17, se podrá visitar una cabina interactiva en la antigua Plaza Vélez Sarsfield, en pleno Centro, con el objetivo de concientizar sobre la necesidad de actuar con celeridad frente a un accidente cerebrovascular.
La iniciativa es impulsada por la firma Boehringer Ingelheim, y cuenta con el apoyo del Ministerio de Salud provincial. Los visitantes podrán dejar grabados mensajes personales sobre la relevancia de la acción rápida para cuidar la salud cerebrovascular.
Los signos de alerta de un ACV: lo que hay que saber
El mensaje clave que se promueve es que este cuadro médico es “tiempo-dependiente”. La evidencia indica que por cada minuto de demora en la asistencia, dos millones de neuronas mueren. En este sentido, mejorar la respuesta en 15 minutos reduce en 4 por ciento el peligro de mortalidad del paciente. En la Argentina, esta patología constituye una de las principales causas de muerte y discapacidad. El país registra anualmente entre 55.000 y 60.000 nuevos casos, lo cual representa uno cada 10 minutos. Se estima que aproximadamente 365.000 ciudadanos mayores de 40 años sobrevivieron a un episodio similar.
“Buscamos generar conciencia sobre el ACV para que ningún cordobés que desarrolle este cuadro pierda la oportunidad de recibir atención a tiempo. Detectar los síntomas y llamar de inmediato al servicio de emergencias puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte, y entre recuperarse o quedar con secuelas”, sostuvo Pamela Dorrego, médica neuróloga, jefa del Servicio de Neurología del Hospital Italiano de Córdoba y Coordinadora de la Red de ACV de la provincia de Córdoba.
En este sentido, la red de ACV de Córdoba trabaja coordinadamente con 24 hospitales para gestionar esta enfermedad. Este sistema unificado utiliza protocolos estandarizados para detectar los signos, evaluar a la persona, realizar el diagnóstico por imágenes y aplicar la terapia pertinente. Esta colaboración mejora las posibilidades de supervivencia y la calidad de vida de los afectados, minimizando el daño cerebral.
Dorrego enfatizó la importancia de la detección. Los signos esenciales para identificar rápidamente la afección son:
- Rostro: ¿La cara se ve torcida o una sonrisa es desigual?
- Brazo: ¿Puede levantar ambos brazos o uno se cae?
- Habla: ¿Tiene dificultad o problemas para articular palabras?
- Tiempo: Ante cualquiera de estas señales, el paso final y crucial es llamar inmediatamente al servicio de emergencias.
La profesional concluyó que la difusión del conocimiento, el reconocimiento de los signos y la llamada oportuna son pasos decisivos. “Actuar a tiempo puede cambiarlo todo”, afirmó.
































