El uruguayo Pablo Laurta, acusado por el asesinato de su expareja Luna Giardina y de su exsuegra Mariel Zamudio, permanece bajo estricta custodia en la Córdoba. El imputado por los crímenes cometidos el sábado 11 de octubre se encuentra alojado en el complejo carcelario de máxima seguridad, ubicado en Cruz del Eje.
Una celda pequeña con poca luz: cómo pasa Laurta sus días en la cárcel
Por una determinación específica del Servicio Penitenciario de Córdoba (SPC), Laurta fue sometido a un aislamiento absoluto. Esta medida busca garantizar su seguridad personal, junto a la del resto de las personas privadas de su libertad que se hallan en el establecimiento.
Según información publicada, el hombre permanece solo en una habitación de dos metros por dos metros. Este espacio cuenta con una cama, una pequeña mesa, un asiento y un sanitario empotrado de tipo antivandálico. Una diminuta ventana facilita el ingreso de algo de luz natural al compartimento.
Un pasaplatos facilita la entrega de las cuatro raciones de alimentos diarias, las cuales son consumidas por el interno completamente. Además, una cámara de vigilancia registra todos sus actos de modo constante. Los primeros días, el detenido se negó a salir, pero durante el viernes pasado salió al patio interno para llevar a cabo ejercicios físicos.
Laurta no tiene acceso a radio ni televisión y no puede utilizar áreas comunes que comparten otros reclusos. Sus interacciones se limitan a un par de guardiacárceles, el facultativo, una trabajadora social y una psicóloga. A este personal especializado, el sujeto se dirige, según fuentes, “con amabilidad”.
Las autoridades analizan la posibilidad de autorizar una comunicación virtual con su progenitora, dado que Laurta no recibe visitas presenciales. Cuando fue trasladado a Córdoba, solamente tenía la ropa que llevaba puesta, y recibió un kit de higiene y algunas mudas gracias a la colaboración de Cáritas.



































