Valentino Medeot es un niño que nació hace 11 años en la ciudad de Río Tercero, capital nacional del deportista, y es parte del presente y futuro del automovilismo en Córdoba. Además de ser un apasionado por los autos, ya recibió una distinción que sólo tienen José María “Pechito” López, Fernando Mussano y Mauro Cravero.
Valentino empezó a mamar el amor por los fierros cuando tenía dos años gracias a Alexander, su padre. El hombre corrió kartings durante un año por “hobbie”, según contó en diálogo con Vía Córdoba, y estima que esa fue la llave que arrancó a la bestia.
En 2018, le cumplió el deseo a su hijo que tenía cinco años en aquel momento: le armó un karting y lo llevó a un terreno de un amigo a la vuelta de su casa para empezar a practicar. ”Una vez al mes le hacía una pista con bidones de agua y ataba el auto con una soga para que no se dispare”, recordó entre risas.
VALENTINO MEDEOT, DEL AMATEURISMO AL PROFESIONALISMO
Valentino rememora esa primera vez hace ya casi seis años como si fuera ayer. “Me sentí bien y raro, fue una experiencia diferente donde experimenté la adrenalina”, contó el niño que sigue con la actividad porque “me gusta y es mi pasión”.
El amor por las carreras se homogeneizó con su talento innato y Valentino ahora es la promesa viviente del automovilismo local y nacional. En 2021, aquel piloto de nueve años se metió por primera vez en el mundo de las carreras profesionales con un vehículo elaborado por un mecánico que hasta el día de hoy lo acompaña.
Su primera incursión en el terreno profesional fue en el campeonato provincial de tierra en Laboulaye y terminó en la cuarta ubicación. Nada mal para un piloto que nunca había testeado un recorrido. Pistas del talento que empezó a deslumbrar a todos en la localidad.
VALENTINO, CAMPEÓN SIN TESTEAR UN RECORRIDO EN CÓRDOBA, TALENTO INNATO
Al año siguiente, en 2022, pasó de la categoría Monomarca Infantil a Monomarca 110 centímetros cúbicos, en la que quedó en segundo lugar por tan sólo un punto. Pero tuvo revancha en 2023 y se consagró campeón el pasado 28 de noviembre.
Dato no menor, la dupla Medeot nunca hizo un reconocimiento de pista a lo largo de las nueve jornadas. “Vamos en crudo a las carreras, sin conocer las pistas”, confesó Alexander. Además, contó que su hijo desarrolló un gran sentido de percepción del vehículo y su entorno.
“Te sabe decir qué le hace el karting: cuando se va de trompa, cuando le cuesta doblar más de un lado que de otro, algún ‘ruidito’ de motor y es muy vivo cuando corre. Hasta yo me soprendo”, contó el padre de Valentino.
EL APOYO DE LA FAMILIA DE VALENTINO MEDEOT, FACTOR CLAVE
Pero nada de esto sería posible sin el apoyo de la familia que lo acompaña a todos sus recorridos locales y nacionales, y Valentino es consciente de ello. “Siempre me acompañan”, dijo sobre Alexander; Maida, su madre; y Guillermina, su hermanita de 8 años.
Según el niño, su padre “es una persona trabajadora, fan del automovilismo y bastante futbolera”, su madre “ve poca tele” y “tiene miedo” cada vez que su hijo se pone frente al volante a tan temprana edad y le parece “loco” que su hijo ande en un karting a 90 kilómetros por hora.
Pero a pesar del “miedo a golpes o repercusiones de un posible accidente” confía plenamente en su pequeño gigante. En su entorno, describen a Valentino como “bueno, compañero y una persona que busca superarse carrera tras carrera y dar lo mejor”. Además, mantiene su buena onda cuando no tiene un buen desempeño.
A Valentino le hicieron un cuadro en el museo de Río Tercero y tiene un lugar en la galería de los 60 deportistas destacados de Río Tercero. Allí, su apellido se pone al lado del de López, Mussano y Cravero, soñando en tener un futuro similar al suyo.
Por último, el niño que este 2024 ya tiene la autorización para competir en la categoría menor Monomarca 150 centímetros cúbicos, le dejó un mensaje a quienes estén pensando en incursionar en el mundo del automovilismo.
“Si tiene la oportunidad de probarlo, haganlo. No es sencillo juntar todo lo necesario para correr, pero es hermoso”, cerró el niño que también juega al fútbol en el Club Deportivo Independiente de Río Tercero, aunque sabe que su preferencia es la redonda de color negro.