En una nueva jornada con novedades en el juicio por el crimen de Blas Correas, la Justicia de Córdoba imputó a dos policías por plantar un arma en la escena del crimen. Los uniformados habrían intentado inculpar a los adolescentes que viajaban en el Fiat Argo junto a la víctima fatal.
Se trata de Wanda Esquivel y de Javier Catriel Alarcón, quienes brindaron sus declaraciones en audiencias anteriores y reconocieron haber plantado un “tango” (como se le denomina en el jerga). La imputación, que fue ordenada por el fiscal federal Maximiliano Hairabedian, es por el delito de “encubrimiento agravado por ser funcionarios públicos”.
“El delito de la alteración o supresión del número de un arma de fuego es un delito federal”, explicó el letrado en diálogo con El Doce. En este sentido, “en el hipotético caso de que los imputados resulten condenados en la sede provincial y luego también en el proceso federal (la pena va entre uno y seis años de prisión), cuando las sentencias queden firmes, habría que unificarlas en una sentencia única”.
Quiénes son los policías Esquivel y Alarcón
Wanda Esquivel y Javier Alarcón eran compañeros de móvil en la fatídica madrugada del 6 de agosto de 2020. Alarcón fue uno de los dos policías (el otro fue Lucas Gómez) que le dispararon múltiples tiros al auto en el que viajaba Blas junto a cuatro amigos.
Tras la balacera, ambos se subieron al patrullero y Esquivel terminó plantando un arma adulterada que Alarcón tenía en el baúl, para inculpar a los adolescentes atacados.