El gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, participó este sábado de la ceremonia de beatificación de monseñor Enrique Angelelli realizada en el Parque de la Ciudad, en la capital de la provincia de La Rioja.
La ceremonia fue presidida por el enviado del Vaticano, el cardenal Angelo Becciu, prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos, quien llegó para reafirmar la decisión del Papa Francisco: reconocer que la muerte de Angelelli reviste el carácter de "martirio en odio de la fe", hecho que conlleva su beatificación.
Enrique Ángel Angelelli nació en Córdoba, en el año 1923 y fue asesinado por la última dictadura militar el 4 de agosto de 1976.
"Es una gran emoción participar en la beatificación de estos cuatro mártires de la Iglesia argentina que fueron asesinados por la dictadura genocida", expresó el Gobernador. "Es una gran emoción también que, dos de ellos sean cordobeses, el obispo Enrique Angelelli y el sacerdote Carlos de Dios Murias, eran de nuestra Córdoba"
Es que también fueron beatificados hoy los sacerdotes Carlos de Dios Murias –nacido en Córdoba– y Gabriel Longueville, más el laico Wenceslao Pedernera, todos asesinados despiadadamente por su compromiso con el Evangelio y los más necesitados.
"Él (por Angelelli) tenía una frase que me parece que es muy pero muy importante, decía que 'en la vida hay que tener un oído en lo que dice el pueblo y el otro en los evangelios'. Y es lo que precisamos, que se escuche a la gente y seguir la doctrina social de la Iglesia", aportó Schiaretti.
Schiaretti viajó acompañado por el ministro de Educación de la Provincia, Walter Grahovac, y el legislador Carlos Gutiérrez.