Sandra Villarruel es boxeadora amateur pero pronto dará su salto al profesionalismo y lo hará con el compromiso de siempre. Su apodo es La Gloriosa y responde al amor que ella siente por los colores de Instituto.
Esta cordobesa que une sus dos pasiones: el fútbol y el boxeo visitó el Estadio Juan Domingo Perón con su entrenador y sus padres e hizo una promesa muy particular. "Cuando llegue a lo más alto será con la camiseta de Instituto puesta", confiesa a la web oficial de la entidad albirroja.
Ingresar al lugar que le despierta tanta pasión la emocionó hasta las lágrimas. Sandra no se pierde ningún partido de la Gloria y no le alcanzan los ojos para contemplar tanta inmensidad.
"Quería bajar de peso y por eso empecé a entrenar. Cuando lo logré me fui enamorando mientras lo estaba haciendo. Hace siete años que entreno", cuenta sobre sus inicios en la disciplina.
Y agregó: "La última novedad es que me hago profesional. Espero debutar en mayo, estamos poniendo todas las pilas y la energía para ese momento".
Su sueño es ser campeona del Mundo y desafía:"Por qué no si los gloriosos siempre sentimos que podemos darlo todo? Me tengo fe y sé que podemos llegar a eso si seguimos trabajando como lo venimos haciendo".
La Gloriosa entrena en doble turno; por la mañana es tiempo de la parte física (en un gimnasio de barrio Newbery) y, a la tarde, con el profe Zívori.
La pasión por Instituto viene desde la cuna, su hermano jugó en la Gloria y los colores la atraparon. "Se me llenó el pecho de alegría cuando vine por primera vez. Después me escapaba sola y es hasta el día de hoy que vengo sola también o con la familia. Soy la más loca de la familia".
La boxeadora cordobesa tiene como ídolos a Miliki Jimenez y Hernán Bujan y quizá en su destino estaba escrito que, en el boxeo, iba a conocerse como La Gloriosa. "Desde que empecé a boxear y a ganar me puse la camiseta de Instituto para hacerle el aguante. De ahí salió el apodo La Gloriosa y me encanta", cierra.