La pierna izquierda de Pablo Guiñazú parece estaba reservada para ese momento.
Fue un domingo, en el cuarto minuto del descuento, cuando el Cholo sacó un tremendo bombazo desde afuera del área contra All Boys, ponía el partido 2 a 1 y le daba el ascenso a Primera División a Talleres, además del título de campeón de la B Nacional.
Fue una montaña humana llorando con Guiñazú. El Cholo debió esperar mucho para vivir una fiesta como la que tuvo en Floresta. Hacía siete años que no convertía.
Así lo relataban por las radios cordobesas.