Alberdi nunca se calló

Merecida y necesaria victoria de Belgrano ante Estudiantes con el aliento constante de los hinchas que terminaron felices.

Alberdi nunca se calló
Balboa y Brunetta festejan el primero de Belgrano

Cuando juega Belgrano, el silencio no es bienvenido en Alberdi. Y los casi 30 mil fanas del Celeste que llegaron al Julio César Villagra nunca se quedaron callados. Porque la frase "Alberdi, nunca te calles", fue honrada con creces desde mucho antes de la victoria 2-1 ante Estudiantes de La Plata. Aplaudieron a la reserva que también ganó 1-0 y luego ovacionaron a Juan Carlos Heredia, la Milonguita en el homenaje que el club le realizó antes del juego.

La gente que copó el Gigante, desde el inicio, entendió que había que alentar. "A vos te sigo aunque vos vayas bien, aunque vos vayas mal…." y "te sigo a todos lados", eran los hits de la hinchada y los jugadores, adentro de la cancha, parecían entender el mensaje.

Tiradas a los pies, cruces salvadores, correr cada pelota como si fuera la última. Eso hizo que bajen aplausos ante cada acto de arrojo de los jugadores locales. Y, con algo de juego, el equipo celeste iba ganando terreno.

Y el aliento de afuera se mantuvo. Es que cuando al hincha pirata desde adentro le ofrecen esfuerzo y, si hay algo de futbol, mucho mejor, dan ganas de cantar y de alentar. Y eso hizo la hinchada de Belgrano.

A los 21, llegó la explosión de alegría. Una mala entrega de Estudiantes derivó en Brunetta, que lo vio entrar a Rodríguez por izquierda y el centro le llegó a Balboa que la empujó al gol. Fue el primer grito del torneo. Por eso, y porque hacía falta, las gargantas se escucharon fuerte en todo Alberdi y alrededores.

Y solamente se callaron un poco en el entretiempo. Una vez que arrancó el complemento, volvieron a encenderse. Y no daba para apagarse de nuevo. Porque, a pesar de que Estudiantes empujaba para el empate, faltaba lo mejor para los hinchas que volvieron a llenar el Gigante: a los 12 minutos, Matías Suárez hizo un desparramo en el área rival y definió suave ante la salida de Andújar. El 2-0 fue el clic para que la fiesta se desatara definitivamente.

Y del grito de gol hasta el final, los hinchas no se callaron más. Porque ni antes ni después de esta victoria merecida y necesaria, se hizo honor al lema “Alberdi, nunca te calles”. Y está más vigente que nunca en la cancha del Celeste que quiere subir en las dos tablas: la de la Superliga y en la de los promedios.