Transcurre la siesta del sábado 6 de agosto de 1988. Al volante del Lancia Delta Integrale número 2, Jorge Recalde entra triunfante al Estadio Córdoba, donde el recibimiento del público es apoteótico, inolvidable. Es la primera vez que un sudamericano gana en forma absoluta una fecha del Campeonato Mundial de Rally (WRC).
De aquella histórica jornada, se cumplen hoy 30 años; y ningún latinoamericano ha conseguido igualar al recordado Cóndor de Traslasierra. Junto con el canadiense Walter Boyce (Toyota), quien en 1973 había dominado el Press-on-Regardless Rally, en Estados Unidos, son los únicos pilotos de América que han logrado ganar en el WRC.
Para el Rally de Argentina 1988, Recalde, navegado por el marplatense Jorge Del Buono, tuvo la oportunidad de pilotar uno de los dos Lancia del equipo Martini-Racing, la representación de la fábrica italiana en el certamen ecuménico. Aquel auto no sólo era oficial; también y lo más importante, era de punta; un coche de los que jamás pudo volver a conducir un piloto argentino hasta el presente…
Al comando de la otra máquina tana estaba nada menos que Massimo Biasion, en ese momento el principal crédito de Lancia para buscar el título de Pilotos, que el año anterior había logrado con el finlandés Juha Kankkunen.
Biasion llegó a Argentina como líder del torneo; tenía el doble de puntos que otro finés, Markku Alen, quien había decido saltearse el Rally de Argentina para preparar el siguiente, justamente el de Finlandia. Esa ausencia fue clave para que Recalde corriera en Córdoba con un coche oficial y de punta.
El panorama del campeonato de Pilotos (Lancia ya se había asegurado el título de Constructores semanas atrás en el Olympus Rally de EE.UU.) posibilitó que la casa italiana liberara el duelo entre Miki Biasion y Recalde, sin imponer órdenes de equipo, al menos hasta Potrero de Garay, a dos tramos del final. Cesare Fiorio, director de la escuadra, había determinado que quien estuviera adelante en ese lugar marcharía “tranquilo” hasta el final, con la contienda ya neutralizada.
Después de intercambiar la punta durante los tres primeros días del rally, Biasion, navegado por su compatriota Tiziano Siviero, iba ganando. Pero en el Pan de Azúcar, entre Cosquín y Villa Allende, falló un fusible en su Lancia (se vio afectado el sistema de inyección electrónica del coche). A pesar de que el italiano pudo repararlo, cedió algo más de siete minutos.
Así, Recalde retomaba el primer lugar y redondeaba la etapa con 4 minutos de ventaja. A partir de entonces, el argentino se volvió inalcanzable para Biasion, quien finalmente completaría uno de los tantos 1-2 que Lancia cosechó aquella temporada, en la que justamente el italiano se apoderaría del primero de los dos títulos mundiales que ostenta en el WRC.
Recalde, quien falleció en 2001, se impondría además en la clasificación general del Rally de Argentina 1995, acompañado por el también cordobés Martin Christie. Sin embargo, aquella victoria con un Lancia del equipo privado italiano Top Run no sería mundialista; ese año, el evento de nuestro país no formaba parte del calendario de fechas del Campeonato del Mundo para la división en la que estaba inscripto Recalde (el entonces designado “Grupo A/Clase 8”).