Gerardo Ferreyra sobre los cuadernos K: "Yo no pagué coimas, esto es un show mediático"

El empresario del rubro energético dijo que no sabe por qué está detenido. "Estoy fiscalizado por la máxima autoridad de la AFIP", aseguró.

Gerardo Ferreyra sobre los cuadernos K: "Yo no pagué coimas, esto es un show mediático"
Gerardo Ferreyra, el empresario de Electroingeniería detenido por la causa de los cuadernos del soborno K\u002E

"Esto es un show mediático, no pagamos coimas ni sobreprecios, no sabemos por qué estamos detenidos".

Las palabras pertenecen al dueño de Electroingeniería Gerardo Ferreyra, quien se desligó de la causa por las coimas durante el kirchnerismo vinculadas al Ministerio de Planificación y por la que está arrestado.

El empresario del rubro energético, uno de los más beneficiados durante las administraciones K, dijo que la actividad de la compañía es fiscalizada por "la máxima autoridad" de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).

Además acusó a la prensa por su detención: "Ustedes me pusieron acá", dijo Ferreyra, previo a su traslado a Comodoro Py.

Ferreyra es el vicepresidente de Electroingeniería, que dirige junto a su socio Osvaldo Acosta.

En un ranking de contratistas que difundió el Ministerio de Planificación de Julio De Vido, en agosto de 2015, la empresa figuraba segunda, detrás de Techint.

La facturación de la compañía creció durante las administraciones K, y en 2014 ganó la licitación para construir las represas de Santa Cruz, en sociedad con la firma china Ghezhouba, un contrato de más de U$S 4000 millones que renegoció el gobierno de Mauricio Macri.

El empresario es uno de los doce detenidos en la causa que se originó a partir de la denuncia de la exmujer de Oscar Centeno, que fue chofer de Roberto Baratta, mano derecha de De Vido en Planificación.

En su declaración en noviembre del año pasado la mujer dijo ante la Justicia que vio que su entonces esposo repartía bolsos con plata.

Fue el propio Centeno, además, quien anotó en cuadernos los recorridos a bordo de un auto oficial, en trayectos en los que habría llevado fondos provenientes de sobornos de empresarios del sector energético y de la obra pública.

Entre esos nombres aparece el de Ferreyra.