"Lo amo con toda mi alma, pero si fue él, tiene que pagar". Así de contundente, entre lágrimas, fue la respuesta de la esposa de Héctor Abel Gómez (24), el acusado de violar y asesinar a la odontóloga Silvia Maddalena (37), cuando le preguntaron por qué había decidido entregarlo a la Policía.
"Tomé la decisión
por mi hijo, no quería quedar ante la Justicia como que yo lo cubrí
", explicó la mujer, quien habló con
y prefirió ocultar su rostro.
Relató que estpa en pareja con Gómez desde los 17 años, que se mudaron desde Rosario hacia Alta Gracia hace dos años y que tienen un bebé de 1 año y 4 meses. "Era un excelente padre, llegaba y se tiraba en el piso a jugar con el nene. Trabajaba desde las cinco de la mañana hasta las ocho de la noche. No era violento, ni siquiera discutíamos adelante de nuestro hijo", aseveró.
Días después del asesinato de la odontóloga, cuyo cuerpo fue hallado en su consultorio en pleno centro de Alta Gracia, la mujer comenzó a sospechar y decidió ir a la comisaría. Fue así que el fiscal Alejandro Peralta Ottonello ordenó la detención, pero Gómez se fugó y fue atrapado horas después en barrio Villa Urquiza de Córdoba capital.
La esposa de Gómez negó los rumores que indican que tiene antecedentes por delitos sexuales en Santa Fe. Consultada sobre los motivos por los que habría atacado a la odontóloga, opinó: "En ese momento le debe haber pasado algo, por eso queremos que lo hagan ver. Estuvo con psicóloga, nunca terminó el tratamiento por un accidente que tuvo en la mano (cuando tenía 13 años una picadora de carne le cortó tres dedos). Se quiso matar muchas veces".
Gómez está imputado por presunto robo, violación y homicidio criminis causae. Se enfrenta a una posible pena de prisión perpetua.
