Siempre juntos: falleció el último calesitero de Carlos Paz y a los 15 días pasó lo mismo con su esposa

La historia de amor y nostalgia conmueve a los habitantes de la villa serrana. 

El calesitero (Carlos Paz Vivo)
El calesitero (Carlos Paz Vivo)

Entre 1971, Sebastián Rosell abrió un parque de diversiones en la calle Alem de Villa Carlos Paz y se convirtió en un "referente de la felicidad" de los niños hasta 2011, cuando decidió que la calesita debía dejar de girar.

Su calesita "marcó a generaciones y generaciones de carlospacenses, quizás la más recordada de todas, la denominada 'Tru-la-lá'", apuntó El Diario de Carlos Paz.

El hombre, muy querido y reconocido por los habitantes de la villa serrana, falleció a mediados de abril .El portal Carlos Paz Vivo le hizo un homenaje y advirtió: "Rosell murió esperando que el Concejo de Representantes declare su carrusel como patrimonio cultural, y que otros miles de chicos tengan la oportunidad de subirse a disfrutarla en algún lugar público de la ciudad".

Pero hay más. Su esposa, Beatriz Florentina Ferrero, la eterna compañera del último calesitero, falleció este jueves, apenas 15 días después que Rosell.

"Había nacido el 10 de enero de 1938 y tenía cuatro años menos que su esposo, a quien todos conocían como 'el catalán' y fue uno de los precursores de los parques de diversiones de nuestra ciudad", rescató El Diario.

Ferrero se "sumó" a su pareja 15 días después, y ahora ambos reposan en el cementerio de Carlos Paz. Juntos más allá de la muerte.