Nicolás Rizzi, el vecino de Sinsacate que tendió una trampa casera con clavos para los ladrones en su campo, y que descubrió que al parecer quienes entraban eran policías, se presentó en la Fiscalía de Jesús María a ampliar su declaración y dijo que quiere que "hasta el último policía culpable sea imputado".
Lo dijo tras conocerse la decisión de la Justicia de apartar de su cargo a un sargento de esa localidad, mientras se investiga si efectivamente eran uniformados quienes entraban en su campo a robar materiales.
"Me pone contento, porque por lo menos se hizo justicia. Los clavos valieron para algo", expresó Rizzi sobre el pase a situación pasiva del sargento. "Tengo muchos amigos policías. No hay que meter a todos en la misma bolsa. Mejor que se esclarezca y que todos los vinculados sean apartados e imputados y así poder tenerle más confianza a la Policía", agregó en Radio Jesús María.
Todo comenzó cuando, harto de los robos en una vivienda en construcción que tiene en un campo, y principalmente por la falta de respuestas por parte de la Policía, el hombre decidió pergeñar una trampa casera.
Puso una madera con clavos en punta en el suelo y se marchó.
Tras regresar al predio, divisó huellas de neumáticos que serían de una camioneta y, al lado, de borceguíes. Tras acudir a gomerías del pueblo, el hombre afirmó que pudo comprobar que un patrullero había arreglado una de sus cubiertas "tras una pinchadura".