Un total de 981 kilos de queso sardo y romano fueron secuestrados de una planta procesadora de leche en la localidad de Saturnino María Laspiur, en la provincia de Córdoba, por las precarias condiciones de elaboración, según informó el Ministerio de Agricultura y Ganadería de Córdoba.
Los productos lácteos fueron enviados al enterramiento sanitario de Las Varillas, en el departamento de San Justo.
Los inspectores comprobaron múltiples infracciones a normativas vigentes, sobre todo al Código Alimentario Argentino y a la Ley Provincial de Fiscalización Lechera (8095) en la planta del este cordobés.
Según el informe, allí procesaban más de 3.000 litros de leche diarios que llegaban desde el tambo en un tanque cisterna sin refrigeración y tampoco se realizaba la pasteurización que permite reducir los agentes patógenos peligrosos para la salud.
El procedimiento estuvo a cargo del área de Fiscalización y Control del Ministerio, de la Dirección General de Control de la Industria Alimenticia y de la delegación Córdoba del Ministerio de Agroindustria de la Nación, que fue la que emitió el alerta sanitario tras detectar la situación.
El director General de Fiscalización y Control, Martín Gutiérrez, dijo que "las condiciones higiénico-sanitarias del establecimiento en general eran pésimas" y que "no existía ninguna barrera física que evitara la contaminación directa de la pasta con la cual se elaboraban los quesos".
