La discusión se instaló de lleno en las redes sociales: ¿puede una persona opinar libremente sobre cualquiera tema? Claro que puede: lo más interesante de la democracia es la libertad de expresión, siempre y cuando esa expresión esté dentro del marco del respeto, la tolerancia, la defensa de la vida, la pluralidad y la vigencia de los derechos constitucionales de cada ciudadano.
Esta semana se produjo un enorme revuelo luego de que Santos David Revol, un médico del Servicio Penitenciario y jefe de Salud de la Escuela Superior de Comercio Manuel Belgrano (dependiente de la UNC), defendió en las redes sociales al dictador Jorge Rafael Videla y compartió páginas en las que se piden "escuadrones de la muerte" para Argentina.
También hizo apología del terrorismo de Estado y trató de "cabecitas lavadas" a los estudiantes que lo criticaban, ya que, dijo, en "esa época no eran ni espermatozoides".
El entorno del médico lo defendió apelando a la liberad de expresión (pese a que defiende a militares condenados por la Justicia). Sin embargo, el repudio contra sus dichos fue en aumento y llevó a que el Gobierno de Córdoba lo separara de sus funciones en el Servicio Penitenciario por defender el genocidio y lo denunciara penalmente.
"La conducta de Revol se torna más grave aún en tanto integra una fuerza de seguridad (el Servicio Penitenciario), la que debe velar por el resguardo de los ciudadanos, contrariamente a la conducta que tomaron aquellos que, deshonrando su estandarte, no trepidaron en perseguir, secuestrar, torturar y desaparecer argentinos", se detalló en la denuncia radicada por la Provincia.
Paralelamente intervino el Tribunal de Conducta Policial y Penitenciario para un sumario interno, y las autoridades del Manuel Belgrano (colegio del que desaparecieron 11 estudiantes durante la dictadura) tomaron la misma medida.
Revol se tomó licencia del colegio hasta tanto se resuelva su situación. Mientras tanto, eliminó sus posteos del Facebook y publicó un mensaje pidiendo "disculpas" por sus comentarios, y asegurando que no fue su "intención" ofender a nadie.
