Leandro Nicolás: "El éxito es la felicidad"

Leandro Nicolás es actor y comediante cordobés. En enero vuelve con su espectáculo de stand up La Vieja y el Loro. Aprendió a reírse de casi todo y se lo transmite a los demás.

El humor fue su entrada a la actuación. Pero en su horizonte se avizoran diversas experiencias laborales.
El humor fue su entrada a la actuación. Pero en su horizonte se avizoran diversas experiencias laborales.

Por Gabriela Martín

Hace unas pocas semanas se recibió de abogado, pero el humor siempre fue lo suyo. Desde chico, compañeros y amigos sabían que su futuro era de la mano de la actuación.

Leandro Nicolás es actor y comediante; empezó como improvisador teatral, tomando clases junto a Los Pelafustanes y, sumado a otros talleres de clown, teatro, actuación frente a cámara, mimo, canto y baile, continuó formándose por el elenco de De Parado Stand Up Club.

Los primeros días de enero arranca con una nueva temporada de su show de stand up La vieja y el Loro y le contó a Día a Día cómo convive con el humor y la actuación. "Siento que lo mío es la actuación y me di cuenta desde el primer momento que pisé un escenario. Me sentí como pez en el agua", dice el cordobés.

Y agrega: "Empecé a involucrarme con el teatro tomando clases con Los Pelafustanes y después con la gente de De Parado Stand Up. El día que me invitaron a su show sentí que había tomado una importancia diferente".

Quizá aquella fue la primera ocasión en la que percibió que no era un alumnito más, pero la confirmación de que se había convertido en un profesional del humor fue cuando colgaron el cartel en la puerta de Estación Güemes con la leyenda: La Vieja y el Loro. En ese espacio estuvieron haciendo funciones semanales durante años.

De la observación al humor. Para nutrirse y preparar sus shows, Leandro admite que el primer paso es la observación.

"Las pequeñas cosas, pequeños gestos, lo que vas observando y a eso hay que sumarle el toque de humor que uno le pone. Sumar una exageración o una comparación, o lo que sea, para transformar eso en algo humorístico", explica Nicolás.

Pero con esa observación hacer que la gente se sienta identificada. “En el humor, el primer paso es la identificación, cuando la gente se ríe y dice ‘a mí también me pasó’ se da un momento de complicidad. Es ahí cuando se produce la magia”, agrega.

El comediante disfruta mucho de todo lo que hace, le gusta y afirma que la risa es una descarga energética. La persona va acumulando tensiones y, para descargarlas, hay dos caminos: la risa o el llanto. La risa siempre es el más adecuado.

"La risa es una filosofía de vida. Yo me río de casi todo. El humor cura. Cuando uno se ríe de uno mismo no se está riendo de las alegrías, sino de cosas que a uno eventualmente le duelen. Poder reírse de cosas que a uno le molestan, les duelen, es mágico, es curativo", expresa.

Y continúa: "Ver que se puede transmitir eso es muy lindo. La risa es como la sensación de rascarse cuando a uno le pica. La risa ayuda a aceptar. Conocerse, aceptarse y después superarse, eso es la felicidad. El éxito es la felicidad".

Y en tiempos en los que la risa es tan necesaria, Leandro Nicolás se considera alguien que aprendió a reírse, incluso de las cosas que duelen o hacen mal. "Lucho por transmitirlo o enseñarlo, disfruto de que otros también lo puedan hacer. Aprender a reírse de las cosas que nos duelen es ser cada día un poquito más feliz", reflexiona.

La actuación en redes. El show de Stand Up La Vieja y el Loro arrancó hace cuatro años, aunque en 2017 se vio obligado a parar. Pasa que Leandro Nicolás empezó a filmar distintas series web.

Para el actor fue un gran desafío, pero su personaje tuvo gran aceptación y muy buenas críticas.

Además, con el equipo de trabajo, tratan de estar presentes en las redes, generando distintos tipo de contenidos.

Desde videítos de dos o tres minutos, que se suben a YouTube, Facebook o Instagram, o memes, hasta material para viralizar a través de WhatsApp.

"Se plantea una comunidad en la que la gente puede responder una encuesta, comentar, opinar o participar de sorteos, se crea una especie de vínculo más estrecho. Generamos contenido más espontáneo y tengo la sensación de que uno está mucho más cerca de la gente", explica.

Y cierra: "Disfruto mucho lo que hago y para mí es un éxito porque el éxito no pasa por un tener un millón de reproducciones de video, ni miles de Me Gusta. El éxito está cuantificado pero para mí es sinónimo de felicidad, de disfrute y a la gente le gusta ver eso".