Ocho oficiales de la Policía de Córdoba fueron pasados a situación pasiva por el Tribunal de Conducta, luego de que abandonaran sus guardias para jugar un partido de fútbol.
Se trata de uniformados que trabajaban en la comisaría número 17 del barrio Remedios de Escalada, en la capital cordobesa.
El comisario de la seccional habría sido quien los invitó a jugar, ya que le faltaban miembros para completar el equipo.