Por Marcelo Chaijale
"Para mi, cualquier cosa es posible", confiesa Dwayne Davis. Entraba a la adolescencia cuando se hizo "hombre" por necesidad. El goleador de Instituto en la Liga Nacional tenía apenas 13 años cuando murió su madre, y él debió hacerse cargo de su hermana, que tenía 8 años, y del más pequeño de la familia, de un año.
"Fue un momento difícil, muy triste", le cuenta Davis a Día a Día.
“Recuerdo que estaba arriba en casa con mi hermana y me llamó mi padrastro para decirme lo que había pasado. Mi mamá llevaba tiempo internada. Creía que iba a decirme que había mejorado... Eso esperaba yo. Desde ese momento me convertí en hombre”, insiste uno de los mejores jugadores que tiene la Liga.
Sin familia cerca, los tres quedaron en las frías calles de Filadelfia. Su padre nunca apareció y el padrastro no tenía recursos para hacerse cargo de los chicos. Durmieron en refugios y hasta en una camioneta abandonada. “Si, fueron pocos días, pero era lo que nos quedaba para sobrevivir”, relató.
Hasta se metió en “negocios” no muy claros. Vendía PlayStation de dudosa procedencia para conseguir algo de dinero. “Si, eso también hice. Conocí a un tipo que me dio 8 play nuevas y las vendí para sacar algunos dólares”, agregó.
“No me pongo triste cuando miro atrás, es mi vida y eso me hizo la persona que soy ahora. Estoy orgulloso de lo que soy, lo que logré... Es por eso que me volví muy emocional, por eso grito, festejo en la cancha y afuera”, confiesa el escolta.
De cada momento malo, Davis tiene motivos para ofrecer otra mirada.
“Todo el mundo tiene sus problemas, lo más importante es mantenerse positivo y seguir empujando todos los días. En positivo se pueden lograr grandes cosas, sin importar lo que pase, hay que empujar y enfocarse día a día”, enseña el Hombre Rifle.
Dwayne tiene ya 28 años. Su hermana 24 años y trabaja en Pensilvania. El más chico tiene 16 años y está en el colegio secundario.
–¿Sos un héroe para tus hermanos?
–Hablamos todos los días por teléfono y soy una inspiración para ellos, si soy su héroe.
DE CARNE SOMOS
Davis está cómodo y contento en Córdoba. Lo acompaña su mujer y su pequeño hijo de dos años. Su otro hijo, de ocho años, vive en Estados Unidos. "Nos vemos y hablamos por teléfono. Él ve mis partidos por YouTube", cuenta.
Dwayne habla en inglés, no se sale de su idioma, salvo para nombrar a su comida preferida. “Me encanta el asado”, dice en un español perfecto.
“Comimos muchos asados con el equipo, me encanta”, repite. “Todavía no me animé al fernet... Miguel (Gerlero) me dice que tengo que tomar... Pronto voy a probar”, dice la clásica bebida cordobesa.
“Me encanta la ciudad, mucho. Jugué en ciudades más chicas, esta es la más grande en la que estuve. Es una gran ciudad”, cuenta.
No es común que jugadores jóvenes dejen el básquet europeo para venir a la Liga Nacional. Davis había disputado la última temporada en el ascenso italiano cuando llegó la propuesta de Instituto.
“Mientras jugaba en Italia escuché que la Liga de Argentina era muy fuerte, eso me inspiró a venir. Quería cambiar, conocer otros destinos, y creí bueno venir a Argentina, cuenta de su llegada al país.
–¿Qué Liga encontraste?
–La Liga es mucho más fuerte, mucho más física que en Europa (ríe)... El nivel es igual de bueno que el europeo. Primero, en las prácticas no entendía porque había tanto contacto, todavía tengo algunos problemas de entender. Es una Liga fuerte.
–¿Qué te dijeron los compañeros en las primeras prácticas?
–Jajaa. Me decían viniste a Argentina y así se juega acá. Al principio creí que era algo personal, que tenían algo en mi contra. Pensaba que no les caía bien... Pero no, así se juega acá.
"Viajar en colectivo es la parte que menos me gusta de jugar aquí. Son muchas horas..." Dwayne Davis y los viajes
"AMO AL EQUIPO Y LO QUE SE FORMÓ, NO TENEMOS EGOS"
Dwayne Davis es el líder ofensivo (17,8 puntos, más 4,8 rebotes y 3 asistencias) de un Instituto que extrema los recursos para estar arriba en el inicio de la Liga Nacional, con tres victorias y una caída, el lunes con San Martín de Corrientes.
El Hombre Rifle está contento con el plantel de la Gloria. “Tenemos muy buen equipo, somos difíciles, no nos importa nada, no tenemos egos, y tenemos muy buenos entrenadores”, confesó Davis.
“No podía haber elegido mejor equipo para venir... Encajé perfecto, amo el equipo y lo que se formó”, agregó el estadounidense.
–¿Puede pelear el título Instituto?
–Es muy temprano para decir eso, tenemos que ir partido a partido, y seguir enfocados. Las expectativas son altas para nosotros, no nos importante lo que digan las redes sociales, nos importa nosotros como equipo y vamos un partido a la vez. Para mi, cualquier cosa es posible.
Apodo
Davis es conocido en Estados Unidos como el Hombre Rifle. "Me lo pusieron en el colegio por tomar tiros lejanos al aro... Me gusta mucho, es el nickname que uso en los videojuegos. Y cuando hablo con mi abuela, ella me saluda con un 'Hola Hombre Rifle'", contó.
En los últimos partidos, Davis dejó antes la cancha por límite de faltas, varias por técnicas por protestar. “Vamos a trabajar para tratar ese tema y que no lo perjudique”, afirmaron desde el club de Alta Córdoba.
Un goleador que disfruta conocer nuevos países y culturas diferentes
Nacido el 27 de noviembre de 1989 en Filadelfia, Dwayne Davis pasó por la Universidad de Southern Miss, jugó en España, Grecia e Italia antes de llegar a la Gloria.
“Disfruto jugando en diferentes partes del mundo. Me gusta viajar por el mundo y conocer culturas”, contó el goleador.