Por Lucía Pairola
Un señalador despertó la curiosidad. "Si compartís el mismo amor por los libros, contactanos y podes venir a tomar unos mates en nuestra terraza de barrio Alberdi", decía, ofreciendo una particular invitación. Ellos se definen como "traficantes de libros" y ese nombre encierra la esencia de su propuesta. "Es que íbamos y veníamos con libros, recomendando uno, trayendo y llevando otros, sintiéndonos un poco eso, traficantes de esas historias, buscado que se diera el encuentro del libro y al que le correspondiese", explica Barbi Couto, una de las ideólogas de esta biblioteca sin techo.
Junto a su pareja y una amiga, llevan adelante una pequeña editorial de libros ilustrados (De la Terraza) y tras años de ir por ferias descubrieron que algo más había por hacer.
"Empezamos a ver que la gente quería hablar de los libros, les interesaba discutir sobre ellos o contar con más detalle lo que buscaban o necesitaban leer en este Lucía Pairola cordoba@diaadia.com.ar tiempo. Nosotros sabíamos de libros, leemos muchos por lo que la charla fluía con naturalidad. Nos gusta decir que somos un poco eso: recomendadores de buena lectura", reconoce Barbi al detallar el impulso de abrir su terraza como espacio para quienes palpitan con ese encuentro.
Casa de puertas abiertas. Barbi y Mauricio viven en Alberdi, con sus dos hijas. Su casa esta cerquita del Centro y son poseedores de una envidiable biblioteca. Además de la "comercial", en la que tienen expuesta una multiplicidad de libros ilustrados y libros objetos – esos que sorprendentemente pueden estar enrollados en tubos de ensayo, escondidos en sobres o disfrazados de origami–, cuentan con un frondosa biblioteca familiar.
Ésta guarda una variedad increí- ble de historias por descubrir: “Nosotros comprábamos muchos libros y especialmente lectura para niños. Antes de ser padres, nos excusábamos que serían para cuando vinieran los hijos, pero la verdad es que ahora nos cuesta compartirlos”, comenta Mauri entre risas desnudando su amor por la literatura infantil.
Ambos son comunicadores y junto con Vanina Boco se iniciaron en el mundo de la editorial independiente.
“Somos parte de un circuito bien grande que hay en la provincia, llegando a cerca de 100 editoriales que nos enamoramos de proyectos que no pueden ingresar a las grandes editoriales. Y eso nos contacta con muchos escritores, ilustradores y lectores que buscan algo diferente”, relata este cordobés sobre la creciente movida “under” del papel y la tinta.
En sus vidas nació primero la editorial y con el andar le fueron dando forma a "Traficantes de libros".
Barbi abre su casa y su biblioteca movida por un sueño propio y algo así describe en su blog. "De chica quería ser escritora, bibliotecaria o librera, así podía vivir rodeada de libros y revistas. La vida lo lleva a uno por donde quiere, pero algo de destino debe haber porque terminé siendo productora de revistas, diseñadora editorial y editora. Resultado: vivo rodeada de libros. Cuando vamos a ferias editoriales, llevamos los libros de nuestra editorial pero traemos a la terraza muchos más libros de los que llevamos. Conocemos autores, editoriales, publicaciones independientes, incluso proyectos personales, nos entusiasmamos, nos traemos libros y revistas a casa. Intercambiamos libros nuestros, por libros nuevos. De a poco me he convertido en una traficante de libros y mi cumpa en un traficante de libros. Nuestra terraza se ha convertido en un espacio de encuentro y de lectura".
Leer para abrir horizontes. Y para ellos el libro no ha muerto, devolviendo golpes a los catastróficos vaticinios o discursos apocalípticos que recaen sobre el invento de Johannes Gutenberg. Posicionados en las corrientes que aseguran que la llegada de un nuevo medio no provoca la caída del otro, se defienden de los que señalan lo digital como una aplanadora del libro.
“Vemos que no pasa y sigue existiendo el amor por el libro de papel, por lo que provoca su lectura, su compañía. Seguro se van multiplicando los soportes de lectura. Hoy inicias una historia en el papel y seguís en plataforma digital, combinadas, pero la propuesta de la lectura es la misma y la necesidad de ella también”, acentúa Mauri frente al debate.
Asimismo, Barbi destaca que la baja en la venta de los textos no corresponde a una crisis con el libro, sino a una realidad económica, ya que "se venden menos porque la gente compra menos cosas.
Seguro que muchas familias deben elegir en qué gastar y siempre se pone en juego lo que es necesario o no. Pero para algunos los libros son esenciales y eligen seguir comprándolos”.
Su casa recibe a muchos. Además de desarrollar talleres y presentaciones de nuevos materiales, siempre alguien toca el timbre para darse una vuelta y conversar.
"Promover el acceso al libro y a una buena lectura es el fin de esto. Vemos muchas familias que llegan con sus hijos para que ellos mismos elijan su libro. Pero nos preguntamos si todos hemos tenido la posibilidad de ser educados para leer o necesitamos de ese que nos lo proponga", suman en este ida y vuelta.
Y cuando de sólo compartir se trata, la curiosidad crece. El señalador que delató esta nota, además de los datos de contacto, formula una sencilla metodología para los deseosos de sumarse al "trafico" de historias: "Cuando quieran, pueden venir a verlos, a conversar de libros, a leer tomando unos mates, a intercambiar publicaciones, si se enamoran de alguno, a comprarlo. Y si no tienen presupuesto ¿quién les quita lo leído?"
Mundo soñado
Su casa recibe a muchos, además de desarrollar talleres y presentaciones de nuevos materiales. Siempre alguien toca el timbre para darse una vuelta y conversar. "Cuando vamos a ferias editoriales llevamos los libros de nuestra editorial, pero traemos a la terraza muchos más libros de los que llevamos. Conocemos autores, editoriales, publicaciones independientes", dice Barbi.
Para contactarse con ellos, lo pueden hacer en la página de Facebook Traficantes de libros.