Los incendios forestales han sido desvastadores en Córdoba, no sólo se han perdido miles de especies de flora y fauna nativa, sino que las consecuencias ambientales han comenzado a notarse. El fuego en Córdoba comenzó a mediados de junio y, hasta fines de octubre, los relevamientos preliminares oficiales estimaron que arrasaron alrededor de 400.000 hectáreas de pastizales y montes nativos.
A su vez, otra de las consecuencias que comienza a detectarse es la calidad del aire. Según advirtió un estudio de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), la cantidad de dióxido de nitrógeno en el aire, uno de los principales contaminantes medioambientales relacionados con los incendios forestales, se triplicó en los últimos dos meses en algunas zonas de la provincia.
"Detectamos un nivel de contaminación muy alto y una importante degradación de la calidad del aire, como consecuencia de la presencia de diversos aerosoles y de dióxido de nitrógeno a nivel de la tropósfera", dijo Fernanda García, investigadora de la Conae en declaraciones al sitio web Unciencia, de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
Los resultados de las mediciones -que publica Unciencia- indican que las emisiones de los incendios forestales "impactaron negativamente en la calidad del aire que respiramos", en comparación con el mismo período del 2019.
En ese sentido, precisó que los contaminantes atmosféricos analizados fueron el dióxido de nitrógeno y los aerosoles o materiales particulados en suspensión, tales como el hollín, la ceniza y el polvo.
Zonas más afectadas en Córdoba
En la misma sintonía, se especificó que las concentraciones de dióxido de nitrógeno fueron particularmente altas en el norte y centro de los departamentos de Punilla, centro y este de Cruz del Eje, sur de Ischilín, oeste de Totoral, y norte y centro de Río Cuarto.
En esos lugares, el nivel de dióxido de nitrógeno fue un 300% superior entre agosto y octubre del año en curso, que en igual período de 2019. Mientras que los valores de ese contaminante se duplicaron en el centro de los departamentos de San Javier y Santa María, y el sur de Calamuchita.
El satélite Sentinel-5p, de la Agencia Espacial Europea (ESA), reunió la información mediante el escaneo de unos 700 kilómetros de la atmósfera, y precisó que en zonas extensas del centro de la provincia aumentó entre dos y tres veces la presencia de dióxido de carbono por efecto de las emisiones.
"Los incendios forestales y las quemas actúan deteriorando no solo la calidad del aire, sino también del agua, tanto a nivel local como regional y, consecuentemente, impactan en la salud humana", alertaron los investigadores.
Los científicos agregaron que esas condiciones también tienen efectos adversos en la agricultura, el clima, en la dinámica y resiliencia de los ecosistemas.