El famoso ¡antes muerta que sencilla! parece haber quedado atrás y el tradicional menos es más va ganando terreno. El buffed nails, una técnica que hace honor de las uñas limadas y pulidas hasta que den brillo (y sin que se note el cuidado), es tendencia en la temporada que viene. ¿Habrá llegado para quedarse?
La moda suele tener la posibilidad de jugar con los opuestos y pasar de un punto a otro en un abrir y cerrar de ojos. Al nail art, la técnica que aplica los diseños más extravagantes, le apareció la competencia.
Este verano, el buffed nails o uñas pulidas, lleva a la máxima expresión la posibilidad de "despojarte" de las uñas en relieve y ultrasúperarchirecontra arregladas. ¿En qué consiste? Este técnica respeta la estética de la más cuidada naturalidad o desprolijidad. Claro, sin perder brillo.
Cómo conseguir este efecto
Lograr unas manos hermosas y bien cuidadas requiere de paciencia y constancia. No se consigue en un solo paso.
El primer paso es limarlas suavemente y con una forma redondeada (ya no corre más la uña cuadrada, la forma más adecuada para la decoración).
Después es necesario quitar o retraer las cutículas de manera que queden imperceptibles.
La siguiente instancia consiste en humectar los contornos con unas gotitas de aceite de almendras u otro producto específico para manos.
El próximo paso consiste en pasar un pulidor de uñas -hay opciones eléctricas y manuales-, para realzarles el brillo.
El punto final estará en dar una capa de brillo o esmalte base opaco. Lo importante es que quede imperceptible.
El efecto es casi invisible y apto para las mujeres fanáticas del effortless look (una técnica que reivindica el no esfuerzo).
Tras conocer esta técnica, la pregunta obligada es ¿la usarías? O estás en el grupo de aquellas que siguen apostando a las uñas cuidadas y esmaltadas.