Un verdadero escándalo desató el extenista cordobés Mariano Puerta al confesar que mintió en las declaraciones brindadas al Tribunal de Arbitraje Deportivo para que le redujeran la pena por doping positivo, detectado en la final de Roland Garros ante Rafael Nadal en 2005.
El ex número 9 del mundo confesó a La Nación que sus declaraciones fueron mentira y que fueron parte de una estrategia generada por su equipo legal. Puerta admitió que no bebió de un vaso de su (ex) esposa que contenía gotas de Effortil, una medicación que utilizaba para los dolores menstruales y que contenía etilefrina. Explicó que ingirió pastillas contaminadas realizadas en un laboratorio por un amigo de su preparador físico, Darío Lecman (ex pesista sobre el que había sospechas por varios inconvenientes en sus intentos olímpicos).
Ahora, el TAS salió a responder esas mismas declaraciones y envió una carta a aquel medio con sus explicaciones. "El hecho de que el jugador haya mentido delante del tribunal es muy lamentable. Pero, como parte del procedimiento, tiene derecho a hacerlo, a diferencia de un testigo o un experto. A la luz de la ley suiza, no puede ser sancionado por eso".
Sobre lo que podría suceder con esta confesión, indicaron: "La pregunta de si este arbitraje puede reabrirse debe hacerse a la Federación Internacional de Tenis (ITF), que fue la otra parte involucrada en el procedimiento CAS. En teoría, podría haber un procedimiento de revisión basado en nueva evidencia".
Justamente la ITF también fue consultada al respecto por La Nación: "El artículo llamó nuestra atención sobre este caso. Analizaremos la información y decidiremos si requiere de algún proceder necesario en función de nuestras conclusiones".