Se advertía que julio iba a ser un mes caliente para los precios. Desde el momento en que se materializó la suba de los combustibles (del 7 por ciento para la nafta y del 6 para el gasoil) era de esperar que la inflación volviera a subir. Y lo hizo.
Según los datos dados a conocer ayer por la Dirección de Estadísticas y Censos de la Provincia, el Nivel General de los precios aumentaron en Córdoba 2,15 por ciento. Esto es casi medio punto más que el número que el Indec difundió el jueves, del 1,7 por ciento.
De esta forma, Córdoba acumula una inflación en 2017 del 14,66 por ciento, demasiado cerca del 17 por ciento pensado como meta por el Gobierno nacional para todo el año. El problema: quedan aún cinco meses más.
En el cálculo interanual (agosto 2016 – julio 2017), el incremento es del 23,25 por ciento.
Qué aumentó. Volviendo a julio, hay varios responsables de las subas, además de las naftas. Una gran parte de la culpa se la lleva el rubro Alimentos y Bebidas, que subieron 2,09 por ciento.
La leche, por ejemplo, subió 2,24 puntos porcentuales, y ya acumula un 18,21 por ciento en lo que va de 2017.
El pan es otro de los básicos que subió fuerte: 3,63 por ciento, sumando más de 13 puntos en el año.
Las bebidas alcohólicas, luego de dos meses con precios “tranquilos”, volvieron a superar el 2 por ciento mensual de aumento (2,18%). Las gaseosas y aguas saborizadas arañaron los 2 puntos: 1,98 por ciento subieron.
El apartado que más aumento fue la boleta del agua, que sufrió un incremento del 19,11 por ciento en julio. Había subido 17,03 por ciento en febrero; y acumula en el año 39,39 puntos porcentuales.
Una buena: no subió nada la factura de luz de la Epec, que ya lleva un acumulado del 40,32 por ciento en 2017. Además, con las liquidaciones de temporada, se registraron bajas en indumentaria y en calzado del orden del 2,27 por ciento.
