La propagación del coronavirus obligó a tomar medidas drásticas, que incluyen al mundo del fútbol. Por ejemplo, que los partidos de los principales torneos argentinos se disputen sin asistencia de público.
Para muchos, lo más razonables era suspender las competencias. Incluso hubo una avanzada en Primera División para que no se inicie la Copa de la Superliga, que arrancó este viernes con Gimansia-Banfield, con suspenso hasta casi el comienzo del encuentro.
Talleres y Belgrano disputarán sus respectivos compromisos este domingo, en los respectivos torneos, y los entrenadores coincidieron en que debería haber una pausa.
Alexander Medina, técnico Albiazul, declaró: "Estamos con mucha incertidumbre y preocupación. Jugar es complicado porque no escapamos a la sociedad. El coronavirus no mide a quien, le ocurrió a deportistas y a colegas".
Ricardo Caruso Lombardi, entrenador del Pirata, fue más directo aún: "Jugar sin gente es una cagada. Es muy feo, son como entrenamientos y a los futbolistas les cuesta más concentrarse. Entonces lo mejor era no jugar. Si estamos ante un problema tan grave, vamos a respetarnos entre todos. ¿O los jugadores y los entrenadores no somos gente? Si fuera por lo deportivo yo soy de los que quiere seguir jugando porque venimos bien, pero en estas condiciones no se puede".
Respecto a la postura de sus dirigidos, El Cacique señaló: "Los jugadores no me plantearon ninguna inquietud. Sí tuvimos una charla con el médico del plantel, una charla explicativa y preventiva por si aparecen síntomas".
A su vez, Caruso expresó: "Los muchachos saben los que pasa, que hay como una sicosis general, pero no los noté intranquilos. Hablamos mucho esta semana. Con el tema del mate, con la botella de agua individual, ahora cada dos minutos te lavás las manos. Hay miedo, en el súper no queda un paquete de arroz porque la gente piensa que se viene la Segunda Guerra Mundial".