Por Lucía Pairola
Cristian Sabja es chileno y un verdadero artista en ascenso. Sus estudios sobre los materiales y la pedagogía del arte moderno, no es sólo lo que lo hace único. Sino su particular historia.
"Empecé a amar la basura y a mirarla con otros ojos cuando me dio de comer y me ayudó a estudiar", explica con sinceridad ante Día a Día.
Es que el vínculo con los desechos se produjo de modo literal en su vida, ya que de niño vivió “cartoneando” como medio para ayudar a su familia y luego costear sus estudios.
“En Chile es muy caro educarse y yo sabía que quería ser artista. También entendí que no se pasa de cartonero a artista, sino que hay que formarse e investigar”, destaca con humildad.
El desembarco de Sabja por primera vez en Córdoba, se dio de la mano de “ReciclARTE”, su proyecto de arte colaborativo con basura que ha llevado ya por diferentes lugares del mundo.
“Buscamos que los chicos tomen y descubran que la basura habla de nosotros, de lo que desechamos o de lo que consumimos. Con la reutilización de los materiales desde el arte también proponemos una solución al grave conflicto de la basura”, dice el joven chileno que ha sido multipremiado por sus obras y se prepara para exponer en la “Bienal de São Paulo”.
Todos somos artistas. La visita de Sabja a Córdoba se dio gracias a la gestión del colegio "Adolfo Bioy Casares".
La propuesta abrazó a los alumnos de 4° y 6° años, quienes con sus propias manos fueron parte de la creación de un mural colectivo.
“Les dijimos que buscaran lo que encontrasen. Papel, madera, cartón, cintas, plásticos de todo. Y ellos luego fueron proponiendo el soporte para que yo lo intervenga”, explica la metodología el joven chileno.
La propuesta se gestó en tres jornadas, donde todos los alumnos pudieron explorar la creatividad además de generar conciencia sobre la basura.
“Llegué a casa y le conté a mis papás. Vimos las fotos y ahora queremos hacer uno entre toda mi familia para nosotros”, cuenta la alumna del ABC, Martina López.
En tanto, Camino Laje, también alumno de 4° año, no sólo destaca la dinámica sino la conciencia que despertó en él: “Antes no me interesaba nada de lo que estaba tirado, ni lo miraba; pero ahora me doy cuenta que no quiero ver nada en la calle, quiero llevármelo y convertirlo en otra cosa”.
Una pared que habla. Sabja no se presenta como un ambientalista, sino como un "ciruja del arte". Sabe que tiene un don para compartir que no sólo es su oficio sino su historia.
“Los chicos quedaron movilizados por su vida. Empiezan a entender que pueden seguir sus sueños y además que vale la pena estudiar y prepararse para conseguirlo”, entiende Santa Buyán, directora del Bioy Casares.
También la docente rescató el valor del trabajo colaborativo y la gran oportunidad que significa para los alumnos ser el primer colegio en Córdoba en sumarse a la movida “ReciclARTE”.
“En esa pared hay algo que expresa lo que ellos sienten, lo que con libertad han podido decir. Además se produjo un gran cambio, hoy tienen nuevos ojos para mirar la basura venciendo el pudor primero de levantarla”.
La obra –que aún no tiene nombre– se desplegó en el SUM del colegio del barrio Cupani. Allí, la participación ha sido reconocida por el artista como “un trabajo en familia”.
Esa cálida acogida despertó el deseo de regresar en octubre para realizar esculturas junto al cuerpo de docentes de la institución. Antes del último trazo que lo despidió de Córdoba, Sabja insistió en el mensaje que lo acompañó desde niño: “Todos tenemos algo que decir y en la basura encontramos algunos elementos que pueden ponerle esa voz a los que está en el interior”.