Lejos de encaminarse, el conflicto en el transporte urbano seguía en la noche de este miércoles con un altísimo clima de tensión ante la decisión de los choferes de sostener para este jueves la medida de fuerza y llegar a la cuarta jornada consecutiva sin colectivos, pese a los 86 telegramas de despidos y de una nueva intimación del Ministerio de Trabajo. El miércoles recibían, además, el apoyo de más gremios, como Luz y Fuerza, Surrbac, sectores del Suoem y del Smata.
Mientras el intendente Ramón Mestre lanzó un plan de emergencia con taxis y remises y convocó al Consejo Económico y Social. La conducción nacional de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) llegó para intentar parar la protesta.
“Que vengan a nuestra casa, que vengan, que vengan”, repitieron hasta el cansancio los choferes que se manifestaban frente a la sede de la UTA y que exigían que se presentara el secretario del Interior del sindicato, Jorge Kiener, quien llegó a Córdoba con el mandato del secretario General del gremio a nivel nacional, Roberto Fernández, para que los conductores levantaran la medida de fuerza y acataran cuanto antes la conciliación obligatoria, que interpuso el Ministerio de Trabajo el lunes pasado.
En paralelo a esta situación en la Vélez Sársfield y San Luis, Kiener participaba este miércoles por la tarde en una reunión en Trabajo, en la que pidió a los empresarios el cese de los despidos para que las partes participaran mañana en una audiencia en la cartera laboral.
Sin embargo, los empresarios le pusieron como condición que se reestablezca el servicio y Trabajo los intimó a volver a las puntas de líneas para pueda darse mañana una nueva instancia de diálogo.
Sin embargo, nada de esto pasó. Los choferes no se movieron ni un instante de la UTA y esperaban que Kiener se hiciera presente. Horas antes le habían advertido al interventor del sindicato en Córdoba, Luis Arcando, que lo esperaban en el gremio.
“Nos llamaron para dialogar, pero no quiere el interventor venir. Nos pone como condición que los muchachos se vayan a las puntas de línea y los compañeros están acá, en nuestra casa”, lanzó Erika Oliva, una de las delegadas de los trolebuses.
Ya cerca de las 20, los choferes llamaron a los medios para pedir la presencia de UTA nacional y advirtieron que no levantarían el paro, pese a los telegramas de despidos. “Trabajo de la Provincia no tiene competencia porque la paritaria se discutió en Nación”, insistieron los colectiveros.
Kiener, una vez terminada la reunión, también intentaba mantener un diálogo con los choferes aunque en un ámbito más seguro que en la misma UTA.
“Vinimos a sentarnos a esta mesa amplia que planteó el Ministerio de Trabajo porque las conciliaciones hay que respetarlas, porque ponerse en rebeldía pone a los trabajadores en una situación de dificultad”, dijo el dirigente sindical en un tono más conciliador para tratar de convencer a los choferes de levantar el paro en las próximas horas.
Mientras el intendente Mestre jugó este miércoles tres cartas al mismo tiempo: envió al secretario de Servicios Públicos, Julio Waisman, a la negociación en Trabajo; convocó al Consejo Económico y Social y lanzó un plan de emergencia para trasladar a los usuarios (ver: “Emergencia: tarifa a...”).
Para la reapertura del Consejo Económico y Social, Mestre sumó al rector de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), a empresarios, sindicalistas e integrantes del Comipaz. Fue en este marco en el que abordó el tema, como una manera de enfrentar el conflicto con el arco de representantes sociales, culturales y políticos que lo acompañen. “Trabajamos conjuntamente para restablecer el derecho de los ciudadanos”, dijo.
Mientras se jugaban todas estas variables al mismo tiempo, por tercer día consecutivo 800 mil cordobeses se quedaban sin poder viajar en colectivo.
El hartazgo fue tal que se organizaron en las redes sociales varias convocatorias de los usuarios para expresarse en contra del paro, y representes de más de 150 centros vecinales cuestionaron con dureza la medida de fuerza: “No podemos solidarizarnos nunca con quienes nos desean perjudicar. Ante el paro ilegal que llevan a cabo algunos inadaptados, que al parecer sólo velan por sus intereses”, reflejaron.