Los hinchas de Belgrano nunca se olvidarán de que, la primera camiseta que se puso Diego Armando Maradona después de haber levantado la Copa del Mundo en México, fue la de Belgrano. Y lo enrostrarán en cada recuerdo de mesas de café, discusiones futboleras e interminables cruce de cargadas con los rivales de turno.
Fue el 10 de julio de 1986, en el entonces estadio Córdoba. Allí, el Diego se calzó la camiseta del club de Alberdi para un amistoso frente al Vélez que tenía a otro campeón del mundo: José Luis Cuciuffo.
Lo recaudado por la venta de entradas se destinó a la fundación Patronato de la Infancia. Maradona arribó esa misma tarde a la Docta y luego de una serie de agasajos de las autoridades de turno, enfiló hacia el viejo Estadio Chateau Carreras. Allí lo esperaba el plantel de Belgrano que dirigía Tomás Rodolfo Cuellar, que ostentaba el título de campeón del Regional ganado en abril del mismo año y se aprestaba a iniciar el primer Nacional B de AFA.
Aquella inolvidable noche el Club Atlético Belgrano formó con: Ramos; Ghielmetti, Céliz, Reyna y Chiera; J.J. López, Villarreal y Maradona; Blasón, Scatolaro y Vázquez. El director técnico era Tomás Rodolfo Cuellar.
En los mitos de ese partido memorable por la presencia de Maradona está el hecho de que Julio Villagra, la Chacha, que jugaba con la 10, no estuvo en el campo de juego porque, según algunos hinchas, le cedió esa histórica camiseta al mejor jugador del mundo en ese momento.
El resultado fue 1 a 1 y queda para el anecdotario el penal malogrado por el Diez; a los piratas nos queda para siempre el orgullo de esa jornada histórica en la que Diego Maradona fue Pirata.
Otro dato curioso de esa noche inolvidable fue que el preparador físico del Pirata era Andrés Fassi, actual presidente de Talleres.
