"No hay diálogo; no hay comunicación", aseguraron desde el sindicato de los municipales, al advertir que las protestas en reclamo por la publicación de los sueldos y de los datos personales de cada uno de los trabajadores se extenderán hasta este jueves, cuando se definirá un nuevo plan de lucha a seguir.
Por parte del Gobierno municipal se calificó como un accionar "patoteril" la modalidad de las asambleas, y se ratificaron los descuentos por días no trabajados a los agentes desde el 19 de mayo.
La mesa de diálogo que habitualmente integran funcionarios y dirigentes del Suoem para discutir salarios o temas laborales tampoco está funcionando, ni hay diálogo entre el gremio y las secretarías.
Es más, el Ejecutivo tensó la cuerda este miércoles cuando agregó una nueva denuncia contra el gremio, por hacer una asamblea sin autorización y por supuestos daños en oficinas del Palacio 6 de Julio.
Todo hace indicar que ambas partes llevarán la tensión y la defensa de sus posturas, al menos hasta mañana.
Silencio gremial. Después de que Rubén Daniele, lideró la asamblea el martes pasado en la explanada de la Municipalidad con durísimas advertencias a la administración de Mestre –que hicieron que el fiscal Guillermo González interviniera de oficio para investigar si hubo incitación a la violencia–, el Suoem decidió hacer silencio y sólo hacer protestas.
Por esa razón, los casi 200 delegados y miembros de la comisión directiva se manifestaron el miércoles en el hall municipal.
Si bien habían prometido que la atención no quedaría resentida, hubo momentos en que no se pudieron realizar trámites.
Y tal como había anticipado Daniele, de que trabajarían a reglamento y harían saber los problemas con los móviles y en higiene y seguridad laboral, un grupo de municipales de Espacios Verdes cortó los alrededores de la Plaza España.
Mientras el Suoem eligió no hacer declaraciones, los funcionarios calificaron las acciones del sindicato como patoteriles.
“Es una guerra planteada unilateralmente, no por el municipio”, dijo el secretario de Modernización, Marcelo Cossar. “Se expresó una patota... Se amenazó a la propia ciudad”, insistió.
Desde hace un mes y una semana, los empleados de la división de Semáforos (que se ocupa de controlar y monitorear la onda verde) volvieron a pedir soluciones a los funcionarios.
Los trabajadores difundieron un mapa con las esquinas que cuentan con semáforos.
Allí se advierten los puntos de las avenidas y calles que no tienen señales o en los que la red no estaría sincronizada, haciendo más lento el tránsito.
“Seguimos igual porque no nos dan datos, tenemos muchos puntos rojos en la ciudad sin red de semáforos y seguimos esperando por una solución”, expresó el delegado del área, Moisés Hasshiss, al hacer mención que por falta de insumos y de técnicos no se pueden completar las salidas de las cuadrillas, principalmente los fines de semana.
También se hizo mención a que no están dadas las condiciones edilicias de esta repartición, la que funciona en el subsuelo de la Plaza de la Intendencia. Desde el municipio dijeron que están en diálogo.