Volvía Talleres y había que estar. Volvía Talleres y no importaba el frío. El solcito de la siesta invernal no le daba mucho calor a un estadio Kempes que se poblaba de a poco con los colores azul y blanco. Y eso no importó porque, a la hora del partido, más de 30 mil hinchas de la T dijeron presentes en lo que fue el debut del equipo en esta Superliga 2019-2020. Y se fueron felices después del triunfazo por 1-0 ante Vélez.
Con fuegos artificiales y mucha alegria, el equipo de barrio Jardin tuvo un recibimiento espectacular. El aliento fue constante. Y, desde adentro de la cancha, los jugadores parecían acompañar el entusiasmo de la gente.
En la primera parte, cada avance de Talleres levantaba a sus hinchas con la esperanza de meter el primer gol. Era un partido parejo en el que el rival tuvo sus momentos.
Pero lo de los muchachos de Talleres, en la etapa inicial, sólo fueron buenas y esperanzadoras intenciones y se quedó en eso.
Desde la tribuna se notó que, mientras pasaban los minutos, se le hacía difícil a la T darle esas emociones que los hinchas fueron a buscar al Kempes. Y la esperanza pasaba al complemento.
Una vez iniciada la etapa, el equipo local arrancó mal parado y el buen dominio de Vélez empezó a encender las alertas de todo el público albiazul. Pero, a medida que fue haciendo pie nuevamente en cancha, la esperanza volvía.
Hubo una andanada de cambios en el partido que le quitaron un poco de ritmo pero el parate le hizo bien a la T. A los 25, explotó el Kempes. Menéndez definió una contra bárbara con un zurdazo enganchando de derecha a izquierda para hacer gritar a los hinchas que esperaban el grito de gol liberador.
Era el famoso "gol de otro partido" pero, a los efectos de la alegría, no cabe mucho análisis. Ni hablar de merecimientos. Los fanas albiazules se fueron felices luego de ver debutar con triunfo a la T ante un duro equipo como lo fue Vélez.