Cada vez que fue local, Instituto colmó el Ángel Sandrín, su fortaleza en esta Liga Nacional.
Y en la finalísima contra San Lorenzo, el séptimo y decisivo partido, el aguante fue con pantalla gigante en Alta Córdoba, palpitando lo que ocurría en Boedo.
Los hinchas de Instituto, con amor y apoyo incondicional por el equipo de Facundo Muller.