Crece la preocupación en el equipo económico del intendente electo, Martín Llaryora, quien asumirá sus funciones en cinco meses, por el estado financiero en el que recibiría la Municipalidad de Córdoba por parte de la actual administración de Ramón Mestre.
De acuerdo con un informe publicado este jueves por el diario La Voz, el futuro mandatario comunal tendría previsto declarar la emergencia económica ni bien asuma además de un plan deconsolidación de deudas para reprogramar pagos a proveedores.
Si bien desde el Gobierno de Ramón Mestre aseguraron a ese medio que la transición será ordenada y las cuentas están en orden, el equipo que se prepara para asumir en diciembre por parte de Hacemos por Córdoba no lo ve de la misma manera.
Cabe recordar que la administración actual cuando asumió tomó una medida en ese sentido ante el panorama que recibió de parte de la gestión de Daniel Giacomino.
Recién el 15 de noviembre próximo, a menos de un mes de dejar el poder municipal tras dos gestiones, Mestre terminará de saldar aquellas deudas que dejó su antecesor.
Entre los proveedores municipales crece la inquietud y durante los últimos días se han generado protestas en el Palacio 6 de Julio por el atraso en los pagos.
Desde la Municipalidad aseguran que se está cumpliendo con todos los compromisos.
El rubro de deudas en remuneraciones y en cargas sociales ascendía, a fin de 2018, a 1.342 millones de pesos.
No obstante, el Ejecutivo aclara que esa cifra incluía casi 600 millones de pesos de los sueldos de diciembre, que se pagaron en la primera semana de enero de 2019.
Restado ese concepto, quedaba un pasivo de más de 700 millones de pesos vinculado a los salarios. El principal acreedor es la Caja de Jubilaciones de la Provincia de Córdoba, con casi 500 millones de pesos.
El informe completo del diario La Voz se puede leer en este link