De esos bailes sobre tierra mojada y bichos que revoleteaban sobre las bombitas de filamento a estos tiempos de pantallas de leds y plataformas digitales, de aquellas pesadas radios cuidadas como oro por los padres y abuelos a esta era de redes al alcance de la mano, el cuarteto también es testigo y actor de los cambios.
Si siete décadas atrás tener una radio en casa ya era bastante preciado imaginen lo que habrían pensado si alguno llegaba a decir que un futuro no tan lejano la gente iba a ir a los bailes con un teléfono en el bosillo, que encima toma fotos y registra videos. O que los artistas ya no tendrían que hacer interminables esperas para salir en los medios porque habría redes sociales dentro de una red mundial que les evitarían los intermediarios para conectar con sus seguidores. Nadie lo hubiera creido.
Hoy, a 76 años de la puesta en marcha de esta maquinaria, los artistas usaron las nuevas tecnologías para compartir la misma pasión de aquel inicio.