"El Gobierno de la República Argentina, ampliando lo informado por el Estado Mayor Conjunto en su comunicado Nº 15, hace saber: "1) Que a las 17 horas del 2 de mayo el crucero ARA General Belgrano fue atacado y hundido por un submarino británico en el punto situado a los 55º 24' de latitud Sur y 61º32' de longitud Oeste. La dotación del buque es de 1042 hombres. Se están llevando a cabo operaciones de rescate de sobrevivientes"...
Eso expresaba el comunicado de la cancillería argentina. Después, se sabría que 323 argentinos perdieron la vida durante el ataque a la nave que contaba con 44 años de funcionamiento y había sido convertido en buque insignia de la Flota de Mar.
Numerosos testimonios (hubo más de 700 sobrevivientes), indican que, sin previa alerta, la mayoría de los tripulantes sintió una fuerte sacudida y una gran explosión, que cortó inmediatamente la energía. Enseguida y mientras el barco se elevaba por una de las puntas, sucedió el segundo impacto. La proa fue completamente arrancada -unos 16 metros del buque-.
En una jornada de cielo cubierto, durante aquel otoño del '82 y en un mar embravecido que en un lapso muy corto de tiempo se oscureció, las balsas salvavidas se vieron saturadas en muchos casos de sobrevivientes. "¡Viva la Patria!, ¡Viva el Belgrano!", fueron los gritos que se escucharon ante la desaparición del buque en las heladas aguas del Atlántico Sur.
La guerra por las Islas Malvinas produjo oficialmente 649 pérdidas humanas entre los argentinos (prácticamente la mitad, durante el ataque y hundimiento del Belgrano) y 255 por el lado británico. El conflicto armado finalizaría el 14 de junio del ´82 tras la rendición argentina.