Durante la audiencia de este lunes, la última testigo, sostuvo que conocía a Reyna pero que no era su amigo. Recordó que por trámites que estaba haciendo en el IPV conoce a Reyna, y después me atendía él, yo iba por la parte de atrás. Seguidamente el ex delegado le pide su número de teléfono y la cita en un hotel. Ella asiste y Reyna le pide tener relaciones sexuales a cambio de otorgarle una vivienda. Luego, Reyna junto a la abogada del IPV le entregan una casa en Stándar Norte.
Por su parte el imputado Reyna accedió a declarar diciendo que en el momento que asumió como delegado local del IPV se encontró con empleados difíciles. Y hasta algunos lo boicoteaban, aseguró. Dando a entender una interna entre Buzzi y Das Neves. Planteó la situación ante la Jefatura del IPV y lo autorizaron a desplazar a personal. Respecto de los datos falsos en los legajos, negó su participación en ello.
Asimismo, dijo que no contestaría preguntas de la fiscal y la querellante porque observaba mala fe en su contra. "Toda la operación del otorgamiento de la vivienda a la testigo anterior fue autorizada por Rawson", refirió Reyna. Negando haber tenido relaciones íntimas con dicha testigo. Una vez que le otorgaron la vivienda a dicha testigo iban personas del barrio a su casa particular y al IPV "diciendo que saque esa gente del barrio porque allí se ejercía la prostitución y se vendía droga", expresó el imputado.
La investigación preparatoria permitió acreditar que Abel Reyna, en su rol de delegado del Instituto Provincial de la Vivienda, delegación Zona Sur de Comodoro Rivadavia, procedió a realizar maniobras ilegales en el plan 81 viviendas del Barrio Ciudadela, insertando en los legajos de dicho plan declaraciones juradas con datos falsos, a fin de asignar viviendas a personas que no cumplían los requisitos exigidos por la ley. Estas maniobras fueron realizadas entre el 30 de diciembre de 2011 hasta su renuncia, el 5 de septiembre de 2014, en la sede de IPV sita en calle Rivadavia n° 2098 esquina Asturias de esta ciudad.