El calvario que está viviendo una familia catamarqueña salió a luz, debido a las constantes amenazas que sufren sus hijos cuando van a la escuela y a la inacción de las autoridades del establecimiento educativo ante la reiteración de éstas agresiones. Debido a eso, Vanesa Paola Barrionuevo tomó la decisión de no enviarlos más a clases.
Los menores concurren a la Escuela Nº161 "Islas Malvinas", del barrio Mil Viviendas, zona sur de la Capital. Cuando recién entraron no tuvieron inconvenientes, pero al poco tiempo comenzaron a sufrir el hostigamiento de los compañeros, que según lo relatado por la madre, en una oportunidad llegaron a querer cortarle el dedo con una tijera. A pesar de las tres denuncias realizadas en la Unidad Judicial Nº6, desde la institución no se hizo nada, por lo que la última denuncia fue interpuesta a los directivos y a los menores agresores.
“No estoy tranquila con mi hijo en la escuela por las agresiones y el maltrato que reciben es cada vez peor. Hasta llegaron a querer cortarle el dedo con una tijera, lo peor de todo es que las autoridades no hacen nada”, contó Barrionuevo.
"Siento mucha impotencia por lo que pasa, no entiendo porqué tengo que llegar a ésta instancia de dejar de mandar a mis hijos a la escuela para evitar que los humillen o agredan. Le tiran piedras, lo escupen y lo orinan en las piernas. ¿Qué tengo que esperar? ¿Que la agresión sea mucho mayor para que recién hagan algo?", agregó indignada a El Ancasti.