El 14 de enero de este año, la pequeña Jazmín Saldaña, de tan solo 11 años, falleció en el balneario de Cabalango mientras disfrutaba de un domingo en familia junto al río. Su padre, Fernando, denunció que la niña fue aspirada por un caño en una zona aparentemente no profunda, donde se forma un embalse artificial.
La familia Saldaña, devastada por la pérdida, expresó su angustia por la falta de comunicación y apoyo de las autoridades. Fernando, entre lágrimas, compartió con la prensa: “En este tiempo, ninguna autoridad se ha preocupado por nuestra situación humana. Ni siquiera hemos recibido un pésame. Necesitamos ayuda psicológica, y actualmente estamos costeando la terapia de nuestra familia de nuestro propio bolsillo”.
La causa de la muerte de la niña está siendo investigada por la fiscalía N°1 de Villa Carlos Paz, a cargo de Silvana Páez. En los últimos días, se han tomado declaraciones de testigos y se ha recibido un informe preliminar de la autopsia.