Todo empezó durante el anochecer del pasado miércoles 20 de febrero, cuando una beba por accidente queda sin signos vitales tras caer y ahogarse en la pileta de su casa en San Antonio de Arredondo.
Pero por esos milagros que presenta la vida, la familia de la pequeña mientras la traladaban al nosocomio más cercano, interceptaron a un patrullero en pedido de ayuda desesperada.

Fue entonces cuando la Sargento Paola Molina junto a su dupla, el Agente Alexis Papurello, no dudaron en asistir de inmediato a la pequeña con maniobras de reanimación, logrando salvarle la vida.

En la tarde de ayer, ambos policías visitaron a la beba en su casa, que tras ser dada de alta luego de observaciones de rutina, recibió con fuertes abrazos y besos a sus dos ángeles azules, que además, la llenaron de mimos y regalos.
Aquello que comenzó como una situación drástica y desesperante, se puede decir que ya tiene un final más que feliz. La niña tiene hoy, goza de un perfecto estado de salud.